El plástico tarda centenares de años en degradarse y es nocivo para nuestra salud. ¿Pero cómo evitarlo si está en todas partes? Además de buscar alternativas al plástico puedes echarle un vistazo a estos consejos, agrupados según su nivel de dificultad.
Las tres reglas de oro
Los expertos de vivirsinplastico.com, web de referencia para hogares sostenibles, nos dan las claves para decir adiós al plástico.
- Cambia tus hábitos. El plástico no solo está en los envases, también en productos que ni te imaginas como muebles, parqués, mamparas, colchones, esponjas, tapicerías, productos de higiene o alfombras. Parece difícil prescindir del plástico, pero no es imposible. Lo primero es revisar tu casa e intentar sustituir los productos de este material por otros más sostenibles y saludables. Pásate a la cerámica, el cristal, la madera y los textiles con tejidos naturales.
- Di no a usar y tirar. Los productos desechables de un solo uso son los principales responsables de la acumulación de residuos de plástico. Se produce un billón de estos artículos cada año en el mundo. Los utilizamos durante unos 20 minutos, pero tardarán en descomponerse entre 400 y 1.000 años. Cambia el chip y apuesta por productos que se puedan reutilizar.
- Reducir, Reutilizar y Reciclar. Lo primero es reducir los residuos que generamos, descartando productos de un solo uso. Luego, reutilizar para no tener que comprar productos nuevos. Y tercero, reciclar los que no puedan reutilizarse.
Cómo evitar el plástico en casa
En el dormitorio
En tu cama, el plástico puede esconderse en telas como el nailon, el poliéster o el elastano, por lo que mirar la etiqueta de sábanas, nórdicos y mantas antes de comprarlos te ayudará a saber si te convienen o no. Decántate por tejidos naturales como el algodón, el lino, la lana o la seda. Lo mismo sucede con las tapicerías, cortinas y alfombras: mejor que sean de fibras naturales. Los colchones, elígelos de látex 100 % natural, de muelles, de bambú orgánico, con algodón natural o de lana. Los somieres, cabeceros y muebles de la habitación deberían ser de madera natural o de metal como el hierro forjado.
En el baño
Aunque ponga en el envase que son biodegradables, las toallitas pueden tardar meses en deshacerse: prueba las toallitas desmaquillantes ecológicas y lavables. Igual que existe champú sólido, marcas como Lush o las de venta en tiendas ecológicas ofrecen gel de ducha en pastillas. Parecen jabones, pero están hechos de aceites, te brindan la misma espuma y fragancia de los geles de ducha y duran más. También existen cepillos de bambú 100% reciclables y biodegradables, con cuerdas de nailon libres de tóxicos.
En la cocina
Evita los utensilios de plástico para cocinar. Elige madera o metal, y la vajilla, de cerámica o cristal. Las botellas son mejores de vidrio o metal. Los táperes de cristal o silicona, ya que los de plástico producen migraciones tóxicas a los alimentos. Al comprar sartenes, escoge de hierro fundido, sin teflón. Los limpiadores caseros a base de limón, bicarbonato o vinagre no generan residuos plásticos ni tóxicos y son mejores para tu salud y el medio ambiente.
Gestos fáciles para el día a día
- Usa bolsas reutilizables. Es un básico. No te olvides de llevar siempre una bolsa reutilizable en el bolso, en la mochila o en el maletero del coche. Son muy prácticas las que van dentro de su propia funda, ya que ocupan un espacio mínimo.
- Evita el agua embotellada. Si no bebes agua del grifo por el motivo que sea y compras agua mineral embotellada, busca otras alternativas. Filtros para el grifo, sistemas de osmosis, jarras filtrantes o garrafas reutilizables que te lleven a casa son buenas opciones.
- Adiós al sobreenvasado. Evita los productos que vienen en bandejas de poliestireno. Cómpralos siempre sueltos.
- Reutiliza las bolsitas de plástico. Si has comprado fruta o verdura a granel en bolsas de plástico pequeñas, guárdalas y reutilízalas cuando vayas de nuevo a la tienda.
- Elige tamaños grandes. Si no te queda más alternativa que comprar un producto envasado en plástico, coge el de tamaño más grande. Siempre será mejor usar uno grande que varios pequeños, porque los de mayor tamaño generan menos residuos. Sin embargo, que esto no signifique desperdiciar comida, puesto que entonces este hábito pasaría a ser perjudicial.
Nivel avanzado para evitar el plástico
- Busca alternativas reutilizables. La mayoría de los productos desechables tienen una alternativa sostenible. Por ejemplo, si tomas café para llevar, hazte con un termo o una taza reutilizable. Si usas pajitas en tus refrescos, las hay de vidrio o metal.
- Elige papel o vidrio. Si compras productos envasados, escoge los de envase de vidrio, papel o cartón en lugar de los de plástico. Se reciclan mejor y no son tan dañinos para el medio ambiente.
- Compra alimentos a granel. ¿Ventajas de comprar a granel? Reduces envases, puedes consumir solo la cantidad que necesitas y resulta más económico. En muchas tiendas de barrio se venden a granel alimentos como legumbres, cereales, azúcar... Y cada vez existen más supermercados donde encuentras desde fruta hasta granos y harinas a granel.
Consejos para reducir los plásticos nivel experto
- Bolsitas de tela para todo. Puedes comprar bolsitas de tela en packs de diferentes tamaños. Son reutilizables, lavables y sostenibles y con ellas ya no necesitarás ninguna bolsa más para adquirir tus productos a granel.
- Sí a las esponjas vegetales. ¿Sabías que la típica esponja verde de los platos suele estar fabricada a partir de derivados del petróleo? Cámbiala por una esponja vegetal (de luffa) y, si algo está muy sucio o pegado, prueba con el cepillo de madera de cuerdas vegetales.
- Adiós a los jabones líquidos en envases de plástico. Existen hasta pastillas sólidas de champú para el pelo. Además de ahorrar en envases, evitarás emisiones nocivas.
- Aceites en lugar de cremas hidratantes. Los aceites de coco, rosa mosqueta, de almendras dulces, de argán o de jojoba son ultrahidratantes, regenerantes, nutritivos y mucho más efectivos que la mayoría de cremas. Y además, son ecológicos, cunden más y se venden en envases de vidrio, al contrario que las cremas y sus envases de plástico.
Hábitos de matrícula de honor
- Pásate a los productos de limpieza eco. En casa se acumulan decenas de envases de diferentes productos específicos para limpiar cada rincón de nuestra casa, pero lo cierto es que con agua, vinagre, bicarbonato, jabón y limón puedes limpiar y desinfectar prácticamente todo.
- Haz tus propios cosméticos. Es más sencillo de lo que imaginas y, por supuesto, mucho más barato y ecológico. Puedes hacer tu propia crema con aceites esenciales o extracto de jalea real, entre otros ingredientes. O una pasta desodorante con bicarbonato y piedra de alumbre.
- Pásate a los detergentes a granel. Igual que puedes comprar alimentos a granel, también hay tiendas especializadas en detergentes al por mayor, que suelen ser ecológicos. Puedes llevar tu propio envase o adquirirlo en el mismo establecimiento.
- Recoge plásticos en la naturaleza. Aunque no hayas sido tú quien los ha dejado en la playa o en la montaña, recoger basura, envases y plásticos de la naturaleza puede salvar la vida de muchos animales. Si tienes niños, que te ayuden y así se familiarizan con el cuidado del entorno. Además, estarás lanzando un mensaje muy claro a quien te vea.
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