Y no, no somos adivinos. Los expertos lo tienen claro y nosotros también. La decoración de 2025 (y la de 2026) será personal, hace tiempo que se ‘acabó el café para todos’, y cada uno adaptará las tendencias a su manera. Natural y sostenible, la conexión con el medioambiente definirá nuestro hogar y también nuestras compras. Y, por supuesto, seguirá mirando al pasado, trayendo al futuro esas piezas y ese ‘saber hacer’ que recordamos de nuestra niñez.

Por otro lado, el cansancio y el estrés que acarreamos, que ya han bautizado como ‘El gran agotamiento’, hará que recuperemos el placer de estar en casa con una decoración cómoda y sin artificios, pero también que nos aliemos con los brillos y cierta extravagancia. Para ponértelo claro, hemos recopilado las cinco tendencias de la temporada 2024-2025, que se quedarán parte de 2026. Como decimos siempre, adóptalas o no, pero no pierdas de vista tu propio estilo. 

Butaca de fibra rincón ventana y planta alta

Para un hogar apetecible, cálido y sostenible

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1. Lo natural tiene cuerda para rato

Si pensabas que era una moda pasajera, estabas equivocada. Los materiales como la madera, las fibras, el algodón y el lino, sin olvidar el cuero (una de las estrellas del próximo año) no tienen fecha de caducidad y están dispuestos a brillar en las casas modernas y sostenibles de 2025 y 2026. ¿La razón? Una nueva forma de pensar y de vivir que hace que queramos un hogar cálido, apetecible, donde siempre quieras perderte y todos puedan encontrarte. Pero también que cuide, ame y respete el planeta. 

Junto a ellos, la artesanía se erige como una forma de (re) conectar tanto con nuestro entorno como con nuestros orígenes y tradiciones, dispuesta a dotar a los espacios de historias y alma. El resultado son ambientes llenos de encanto, capaces de encajar en cualquier estilo decorativo, que se alían con acabados artesanales para crear ambientes únicos y personalizados. 

Comedor clásico con sillas tapizadas y lámpara de techo antigua

La clave de su éxito está en mezclar pasado y presente

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2. Que viva el pasado

Miramos al pasado y lo hacemos tanto buceando en el baúl vintage como en la estética de los 80. Eso sí, no estamos hablando de llevar tu casa a la antigüedad, sino de mezclar piezas y elementos antiguos con tu decoración moderna y enriquecer tus estancias con esta combinación. Para que funcione, debes buscar el equilibrio entre la casa de tu abuela (convertida actualmente en un tesoro), ese asiento tapizado en capitoné o esa lámpara antigua. Recuerda que los arañazos y ciertos desperfectos aportan carácter: no los pulas.

Salón blanco minimalista

Los tonos claros son clave en este estilo

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3. El lujo silencioso

Lo adoptamos hace tiempo y estamos decididas a no dejarle marchar. Por algo es un estilo por el que no pasa el tiempo. Eso sí, se trata de un concepto que está en constante evolución, así que reinterprétalo sin perder de vista su carácter sutil, su calidad y su etiqueta sostenible.

A la hora de incorporarlo a tu decoración, evita la ostentación, apuesta por el menos es más en todos los aspectos (desde el color hasta el orden), di sí a los tonos suaves y a las texturas cálidas y déjate tentar por los materiales naturales. 

Salón con banco y chimenea de obra y lámpara de fibras

El minimalismo cálido te permite poner la casa en modo hogar

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4. ¿Sencillez o extravagancia? Las dos caras de una misma moneda 

Esta especie de resaca de la pandemia, que hace que llevemos el cansancio a cuestas, da como resultado una decoración que ama la casa (con bata incluida) y crea ese hogar con textiles de borreguitos y diseños funcionales y sencillos, cercano al minimalismo cálido. Pero también puede darse el efecto contrario: ese que busca evadirse con una decoración extravagante, maximalista y llena de matices, que viste la vivienda de fiesta y de fuerza. ¿En qué lado de la balanza te ves?

Salón en tonos claros con zócalo alto de madera y sofá en azul

El azul verdoso será uno de los tonos de 2026

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5. Los tonos oscuros tienen la palabra

La agencia WSGN de predicción de tendencias y Coloro, experto mundial en el futuro del color, con permiso de Pantone, lo tienen claro. Durante 2025 y 2026, los tonos oscuros seguirán marcando la pauta tanto en decoración como en moda. Entre todos ellos, destacará el Transformative Teal, una mezcla entre azul oscuro y verde agua, con un poder calmante y reparador. Elegante, liberador y potente, este color que refleja la diversidad de la naturaleza pondrá una nota personal a tus estancias.  

A su lado, siempre el blanco. Este neutro que vale para todo y que igual se sube por las paredes que baja al suelo o viste piezas principales es uno de esos colores siempre está de moda. Sin embargo, 2025 (y 2026) se despide del blanco puro, que tantas alegrías y tanto juego nos ha dado con el minimalismo, para saludar al blanquecino o color papel. Una de las casi 100 variantes que tiene el white. Más cremosa y amarillenta, posee calidez y aporta luz al invierno y claridad al verano.