Si eres fan de la sepia, en este artículo vas a encontrar más razones para seguir siéndolo. Y si todavía no has descubierto todo su potencial, prepárate a hacerlo porque te vamos a contarte desde sus propiedades hasta cómo cocinarla y conservarla. Y al final un montón de recetas con sepia para que las añadas a tu libro de recetas fáciles y rápidas, y otras tantas que te sacarán del apuro cuando tienes invitados y no sabes qué hacer de comer.
Propiedades de la sepia: fuente de antioxidantes
La sepia, también llamada jibia o choco, es un cefalópodo de alto valor nutricional y una composición bastante similar a la del calamar. Sin embargo, contiene más colesterol que este último, con lo que mejor no abuses de ella si tienes alta tasa de colesterol en sangre.
- Proteínas. Destacan por sus proteínas de alto valor biológico, es decir, que son ricas en todos los aminoácidos esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
- Vitaminas. Aporta una cantidad importante de vitaminas del grupo B, así como la vitamina E que protege al organismo de los radicales libres y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmune.
- Minerales. Entre otros, contiene calcio, potasio, cinc y fósforo, lo que contribuye al buen desarrollo de las funciones metabólicas, neuronales, musculares, enzimáticas y hormonales.
Cómo cocinar la sepia: sola o acompañada
La sepia es un alimento ideal para tomar sola a la plancha, con verduras, o en guisos de patata y arroz. ¿El secreto para el éxito? Escoger una sepia tierna, no muy grande, y respetar los tiempos de cocción. Por lo general, cuando vayas a comprar la sepia puedes pedir al pescadero que la arregle según la receta de la que se trate. En principio, lo mejor es cortarla en trozos.
- Sepia a la plancha. Antes de ponerla en la plancha tienes que lavarla y secarla muy bien. Si la pones en la plancha con algo de agua, saltará. Añade la sepia cuando la sartén esté bien caliente, si no quedará como cocida.
- Sepia al ajillo. Haz un majado de ajo, perejil picadito y aceite de oliva e incorpóralo a la sepia a la plancha. ¡Riquísimo!
- Sepia guisada. Lee con atención la receta que vayas a hacer y respeta los tiempos de cocción. Si te pasas quedará dura.
Cómo conservar la sepia: si puede ser fresca, mejor
Al igual que el huevo y la carne, el pescado requiere una especial atención para su buen mantenimiento. En el caso de la sepia, por lo general suele consumirse fresca. De sus distintas variedades (existen más de cien), la que más se comercializa es la común. ¿Cómo acertar en su compra? Fíjate bien en su apariencia y la consistencia de su carne, que tendrá que ser brillante, húmeda, suave al tacto y firme.
- Sepia fresca. Si la compras envasada, puedes dejarla en su envase original y en la nevera durante un día o dos. No la dejes a temperatura ambiente: sácala solo cuando vayas a consumirla.
- Congelación. Puedes congelar la sepia fresca en cuanto la acabes de comprar. Puedes meter el envase en una bolsa hermética de congelación o en papel de aluminio. En condiciones óptimas, durará de tres a seis meses.
- Descongelación. Una vez descongelada tienes que consumirla inmediatamente, a no ser que lo hayas hecho en la nevera, con lo que te durará un día.
- Cocida. Si te has apuntado al batch cooking o a la cocina de aprovechamiento, tienes que saber que, una vez cocida, la sepia aguanta dos días en la nevera. ¿Un consejo? Mejor no apurar demasiado para que conserve mejor su textura.
Recetas con sepia
Al igual que hicimos con las recetas con merluza y las recetas de bacalao, a continuación encontrarás varias recetas con sepia que te servirán para innovar tus menús semanales y aumentar así tu ingesta de pescado, que por lo general suele costarnos bastante.
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