Así de primeras, el queso fresco batido es un ingrediente que suena saludable pero no demasiado atractivo. Sin embargo, entre sus propiedades y su versatilidad, puede que se convierta en un básico de tu nevera. ¡Solo tienes que darle una oportunidad! Como comprobarás enseguida, se adapta a todo tipo de comidas, desde desayunos, almuerzos, meriendas o cenas. De hecho, seguro que te saca de más de un apuro cuando no sabes qué hacer de comer

Propiedades del queso fresco batido: gran aporte de proteínas

Si te mueves en redes sociales, habrás visto que muchos desayunos están elaborados con queso fresco batido, un queso fresco alto en proteínas y muy cremoso debido al proceso de batido que se incorpora en su elaboración. Un chute de energía que recuerda a un yogur griego menos ácido, y que es perfecto para afrontar el nuevo día de forma saludable, aunque también sienta genial en cualquier otro momento.

Este queso de origen alemán, conocido también como queso quark, es bajo en carbohidratos y en calorías, muy rico en proteínas, bajo en grasas y cuenta además con efecto saciante lo que es perfecto para dietas de control de peso. Está disponible en versión entera y desnatada.

Cómo cocinar el queso fresco batido: listo para consumir

Otra de las ventajas del queso fresco batido, es que no requiere ningún cocinado previo para su consumo. Tan fácil como abrir el envase y servirte lo que necesites. Su textura, algo menos densa que el queso de untar, hace que sea una base estupenda para muchos bizcochos y postres.

  • Desayunos. Resulta perfecto para combinar con fruta, frutos secos, semillas o cereales. Rápido y sencillo.
  • Picoteos. Con crudités o tostaditas de pan. Añade sal, aceite y limón. Remueve y agrega tus hierbas frescas preferidas bien picadas. Mezcla y deja reposar al menos 4 horas en nevera.
  • Salsas. Combina muy bien con la pasta, tanto fría como caliente. Si le añades una cucharada de mostaza, otra de vinagre de manzana y una pizca de sal, tendrás un aliño de 10 para tus ensaladas de pasta.
  • Postres. Además de en tartas o bizcochos, el queso fresco batido es ideal para postres individuales. Necesitas una base en forma de galleta o bizcocho, el queso y una capa de fruta, compota o mermelada.

Cómo conservar el queso fresco batido: siempre en nevera

A la hora de conservar el queso fresco batido, hay que tener en cuenta que se trata de un producto lácteo que necesita estar siempre refrigerado, así que no rompas la cadena de frío cuando salgas del supermercado.  Una vez en la nevera, lo mejor es que lo coloques en la parte alta, junto con los yogures, la mantequilla o el queso de Burgos. Fíjate bien en la etiqueta, pero por lo general suele aguantar tres días una vez abierto.

Recetas con queso fresco batido

Ahora que conoces las propiedades de este tipo de queso y ha dejado de ser un misterio para ti, llega el momento de pasar a la parte práctica. Coge un delantal y ¡manos a la obra! Tienes un montón de recetas con queso fresco batido donde elegir, desde desayunos y meriendas hasta increíbles postres o incluso opciones saladas.

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