Junto a la patata y el huevo, el pollo es sin duda el rey de la despensa, o mejor dicho de la nevera ya que necesita conservarse refrigerado sí o sí. Es un alimento de fácil digestión que puede considerarse carne magra, sobre todo cuando se consume sin piel. En cualquier caso, sus propiedades, su versatilidad y su precio la han convertido en la carne más consumida de nuestro país, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.  

Para poder aprovecharlo al máximo, es importante conocer sus partes y las elaboraciones más adecuadas según el corte. En concreto, la pechuga de pollo es ideal para elaborar recetas fáciles y rápidas, aunque también resulta algo seca con lo que funciona muy bien con salsas, en fajitas, en croquetas o a la villaroy (empanada con besamel). A continuación te proponemos varias recetas ligeras con pechugas de pollo que te van a venir muy bien para cuando no sabes qué hacer de comer o de cenar.