¿Otro día sin saber qué hacer de comer? Al igual que sucede con los langostinos, las gambas se adaptan a todo tipo de comidas y les dan ese sabor tan especial enriqueciendo el resultado. Desde aperitivos y entrantes hasta vistosos primeros y segundos, pasando por sabrosos platos de cuchara que quitan la respiración, pero además con la ventaja de ser recetas fáciles y rápidas para el día a día. Son fáciles de preparar y las encuentras en diversos formatos, perfectos para sacarte de cualquier apuro.
Propiedades de las gambas: ricas en proteínas, bajas en grasas
Las gambas son unos de los crustáceos más habituales de nuestras cocinas, y no necesitan más ingredientes que un poco de sal para degustar todo su sabor, ya se trate de la gamba blanca, propia del Atlántico, o la gamba roja más característica del Mediterráneo.
- Bajas en calorías. Ideales para aportar proteínas en dietas de control de peso, ya que además facilitan la metabolización de los carbohidratos y la regulación de la energía corporal.
- Antioxidantes. La presencia de vitaminas B3, B12, D, E y K mejoran la salud del pelo y de las uñas. Gracias al selenio y la vitamina E las gambas son eficaces frente a los radicales libres; por su parte, el calcio y el fósforo fortalecen huesos y dientes, mientras que el yodo contribuye a regular el metabolismo.
- Precauciones. No están recomendadas para personas con gota y, por supuesto, totalmente prohibidas para los alérgicos al marisco.
¿Es bueno chupar las cabezas de las gambas?
Pese a ser una costumbre muy arraigada en nuestra cultura, tienes que saber que no es tan saludable ni recomendable como parece. ¿El motivo? Según la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, en las cabezas de las gambas se concentran sustancias como el cadmio, por lo que hay que consumirlas con precaución.
Cómo cocinar las gambas: ¡como quieras!
Como decíamos al principio, las gambas son un alimento tan rico como versátil que, además de combinar con otros muchos, admite muchas formas de cocinado. Estas son las más frecuentes y todas tienen algo en común: es esencial respetar los tiempos de cocción porque si no se pasarán.
- Gambas a la plancha. Fácil, rico, saludable y rapidísimo. Pásalas por la plancha engrasada y añade sal gorda. Sirve enseguida.
- Gambas cocidas. La forma más sencilla y rica. Calienta agua con sal y cuando rompa a hervir, mete las gambas. Espera que vuelva a hervir y deja un minuto más. Sumerge en agua helada para romper la cocción, escurre y añade sal gorda.
- Gambas al ajillo. Dora ajo picadito y cayena, añade las gambas y una pizca de sal. Rehoga un minuto, retira y tapa para que se terminen de hacer. Sirve en cazuela de barro.
- Gambas a la gabardina. Una tapa tan tradicional como rica y contundente. Se rebozan con una masa especial a base de harina de trigo, se fríen y ¡a disfrutar del resultado jugoso y esponjoso!
- En guisos. La paella, la fideuá y la sopa de marisco son algunos de los más típicos pero es fácil encontrarla en otros como risotto o lasaña.
- En cóctel. Hace unos años no había celebración que no contara con cóctel de mariscos en su menú. Las gambas también están muy buenas en platos fríos como salpicón, ensaladas o ensaladillas con patata y mayonesa.
- Con verduras. Disfruta de un plato muy completo y saludable añadiendo verduras a las gambas. Hace buenas migas con las espinacas, el calabacín, el pepino y los pimientos.
Cómo conservar las gambas: siempre refrigeradas
Además de poder comprarlas frescas, también puedes comprar gambas ya cocidas y listas para consumir. Te decidas por cuál te decidas, ambas opciones se encuentran también en la sección de congelados. ¡Más fácil, imposible! Como el resto de productos del mar, es un alimento algo delicado en cuanto a conservación, así que una vez llegues a casa tienes estas opciones:
- Refrigerar. Mételas en la nevera bien tapadas si vas a consumirlas antes de 48 horas. Si están envasadas, déjalas en él y lee bien las indicaciones del fabricante.
- Congelar. Si compras de más porque has aprovechado una oferta o, simplemente te has dado cuenta de que no vas a consumirlas en las próximas horas, mételas en una bolsa con cierre hermético. Cocerlas sin descongelar te llevará de 8 a 10 minutos.
- Descongelar. Para no romper la cadena de frío, tienes que descongelarlas en la nevera y consumirlas antes de 48 horas. Una vez descongeladas, NUNCA vuelvas a congelarlas. Cocerlas descongeladas te llevará menos de 5 minutos.
Recetas con gambas
¿Qué te parece si pasamos de la teoría a la práctica? Hemos seleccionado varias recetas con gambas para distintos momentos: aperitivos, entrantes, platos únicos contundentes y segundos más ligeros que encajan muy bien en las cenas. Recuerda que la gamba es un producto que, al igual que ocurre con las recetas con salmón, bonito o bacalao, no lleva nada bien que te excedas con los tiempos de cocción. ¡Se pasa enseguida!
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