¿Sabes esas veces en las que no sabes qué hacer de comer y te ofuscas complicándote la vida? Y justo la solución la tienes bien delante: tan solo tienes que echar mano del recetario familiar y desempolvar esas recetas de cocina casera con el sabor de siempre y que gustan a todos.
El motivo es que la mayoría son recetas fáciles, pero preparadas con mucho cariño y mucho "chup chup", y con la magia de transportarnos de inmediato tiempo atrás. Esa sensación hace que nos sintamos reconfortados, a la vez que nos acordamos de nuestras abuelas u otros familiares a los que inevitablemente las asociamos.