El guacamole es una receta con aguacate que todos creemos conocer, pero sucede como con la tortilla española o la pasta: hay muchas versiones mediocres que estropean el sabor auténtico y hacen que muchas personas no conozcan a qué sabe realmente. ¡Una lástima! Descubre aquí la receta del auténtico guacamole mexicano y disfruta de su auténtico sabor. Te enseñamos a hacer el auténtico guacamole.
¿Cómo hacer guacamole?
El primer paso es hacerte con unos ingredientes de calidad. Una receta tan sencilla deja todo el protagonismo a los sabores naturales de la fruta y sus complementos, así que deberemos buscar una pieza de aguacate de buena calidad.
¿Cómo elegir el aguacate perfecto?
Para elegir un buen aguacate debes comprobar suavemente al tacto que la fruta no esté ni demasiado tiesa ni demasiado pasada. Otro truco para saber si el aguacate está lo suficiente maduro consiste en retirarle el tallo superior y comprobar el color del hueco que queda. Si está oscuro, el aguacate está pasado. Si está verdoso, aún está demasiado verde. Si el tallo no se desprende fácilmente, también significa que el aguacate está aún verde. Lo ideal es que presente un color amarillento.
Preparación del guacamole
Ahora que ya sabes todo lo que necesitas saber para preparar un buen guacamole, perfecto para disfrutar y acompañar tus platos, a continuación te dejamos una receta fácil y súper rápida que querrás probar cuanto antes. ¡No te la pierdas!
Tiempo: 5 minutos
Ingredientes
- Aguacate
- Cilantro fresco
- Cebolla blanca pequeña
- Tomate
- Chile serrano (sustituible por jalapeño)
- Zumo de lima
- Sal
Elaboración
- Paso 1. Pica la cebolla, chile y cilantro en daditos y si tienes un mortero, muélelos con la maza para que liberen todos sus sabores. En caso contrario, aplástalos con el tenedor.
- Paso 2. Corta el aguacate longitudinalmente y gira cada mitad en sentido inverso para que se abra. Hinca la hoja de un cuchillo grande en el hueso ¡con mucho cuidado! y hazlo girar ligeramente a los lados para que se desprenda. Saca la carne de la fruta con una cuchara e incorpórala al bol o al mortero. Aplástala con la maza o el tenedor, añadiendo una pizca de sal y el zumo de lima.
- Paso 3. Añade el tomate también en dados pequeños y revuelve y muele todo una vez más, para que los sabores de los ingredientes se mezclen, pero que no pierdan completamente su forma. Ha de conservar su parte de su textura sin llegar a ser una crema fina o puré.
Y no, no hace falta en absoluto que añadas ninguno de esos sazonadores especiales que venden para aguacate. De hecho, hay algunas recetas que evitan incluso el zumo de lima o el tomate, para lograr un protagonismo total del aguacate, pero lo más común es incluirlos con cuidado de que no acaparen el conjunto de sabores del resultado final. Si no tienes lima, no uses limón: su sabor sí que resultará demasiado fuerte.
Importante: evita uno de los grandes errores al preparar guacamole
Al preparar el guacamole hay un error fatal a evitar a toda costa: no pases el guacamole por una batidora hasta convertirlo en una crema. El guacamole de verdad se prepara en un molcajate, el moretero mexicano con su maza. Pero si no tienes un mortero, te bastará un bol y un tenedor para alcanzar la textura necesaria, en la que la fruta no ha de estar completamente deshecha, sino simplemente aplastada para integrar todos los sabores.
Cómo conservar el guacamole
Lo mejor es preparar el guacamole antes justo antes de consumirlo para evitar su oxidación y que se ponga marrón.
De todas formas, lo mejor para evitar que pierda su tonalidad verde brillante es añadir zumo de lima (que actúa como antioxidante) y cubrir el bol con papel film directamente en contacto con el guacamole, para evitar que se infiltre aire en la superficie (puedes hacerlo con envoltorios de cera de abeja para evitar usar plástico).
También tienes otra opción: si el guacamole tiene la consistencia y textura que debe, puedes cubrirlo con un poquito de agua (no se colará entre los ingredientes porque habrá quedado como una pasta) y taparlo con un plato. Antes de servirlo, retira el plato, el agua... ¡y perfecto!
Existe la creencia de que añadir el hueso del aguacate al guacamole también ayuda a conservarlo, pero no se ha podido comprobar que sea realmente útil.
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