En casa somos muy de remolachas gracias a que todos los veranos una amiga de la familia nos obsequia con las que ella misma cultiva. ¡Más ecológicas, imposible! Al principio la tomábamos bien aliñada con cebolla morada o en ensalada acompañada de naranja, una de las recetas fáciles y rápidas que encontrarás a continuación. Sin embargo, empezamos a investigar y ahora ya contamos con varias recetas con remolachas cocidas de lo más dispares que nos permiten aprovechar sus beneficios para la salud. ¿Sabías que las remolachas aportan muchos nutrientes, entre ellos, fibra, vitaminas B y K, y minerales como potasio, calcio y hierro?
Cómo cocer la remolacha
Aunque se puede tomar cruda, por lo general solemos cocer la remolacha. Es un alimento muy duro que tarda bastante en cocer, con lo que siempre puedes echar mano de los envases de remolacha ya cocida que encontrarás en la mayoría de supermercados. Bastará con abrir el paquete y usarla en tus recetas. Eso sí, mucho cuidado al abrirla porque el jugo mancha muchísimo.
Si te animas a cocerlas en casa lo primero que tienes que hacer es lavarlas a conciencia para eliminar restos de tierra. Luego corta el tallo dejando unos 2 centímetros. A continuación sumérgelas en agua en una cazuela y comienza a calentar el agua. Cuando rompa a hervir baja el fuego. Dependiendo de su tamaño pueden tardar entre 30 y 60 minutos. Puedes comprobarlo pinchándolas con un tenedor.
En la siguiente selección de recetas con remolachas cocidas encontrarás muchas y variadas propuestas que gustarán tanto a mayores como a pequeños, entre ellas un bizcocho con el que aprovechar su dulzor natural.