Perfecta para el jardín en verano, la surfinia (Petunia hybrida surfinia) es una planta de exterior que tiene mucho que ofrecer: es bella, fácil de cultivar y, además, le encanta el sol y el calor. Hoy te contamos los secretos para tener esta planta esplendorosa y rebosante de belleza y color. ¡Toma nota!
Una larga y colorida floración
Uno de los encantos de la surfinia, seguramente el mayor y el más relevante, es su gran capacidad para producir flores. Su floración, además de abundante, es larga ya que comienza en primavera y no acaba hasta finalizado el otoño. Sus flores son acampanadas y las encontramos en diversos colores, algunos muy intensos y llamativos y otros más tenues.
Para disfrutar del espectáculo de las surfinias en flor es importante que aprendas a darles las atenciones que necesitan. Se trata de una planta híbrida que pertenece al género de las petunias. De hecho a veces se la conoce como la 'petunia colgante', ya que sus ramas tienden a colgar hacia abajo, por lo que es buena idea colocarla en una cesta o maceta colgante si la tienes en el porche o la terraza. Pondrá un toque de color realmente decorativo.
Los cuidados que debes darle
Lo primero que debes tener en cuenta es que para decorar el jardín con surfinias y lograr que estas te regalen sus bellas flores ha de estar bien cuidada, con sus necesidades cubiertas y con las atenciones que precisa. Una planta bien atendida será una planta sana y dará más y mejores flores. Desde este punto de partida, lo mejor es aprender cuáles son esos cuidados que requiere la surfinia para dárselos. Así la verás esplendorosa, saludable y llena de flores.
1. Que no les falte luz
Es uno de los imprescindibles para cultivar surfinias. Han de estar ubicadas en un espacio muy soleado, donde reciban los rayos del astro rey un número suficiente de horas. Plantarlas a pleno sol es lo adecuado cuando se trata de buscarles a las surfinias el mejor emplazamiento. De hecho, si las colocas en un rincón en sombra no podrás admirarlas en toda su belleza porque no florecerán.
2. El riego adecuado
Ya sabes que este es uno de los cuidados que más quebraderos de cabeza provocan a los jardineros, especialmente a los inexpertos. Las surfinias necesitan un riego abundante, especialmente en los meses de calor, pero siempre cuidadoso. Es decir, es esencial que no se produzcan encharcamientos porque la planta no los toleraría y las raíces se pudrirían. Tampoco conviene mojar las flores al regar las surfinias, ya que se echan a perder.
3. Una buena dosis de energía
En general, para que las plantas puedan producir flores necesitan invertir una gran cantidad de energía, por lo que conviene proporcionarles una buena dosis de abono mientras duren las semanas de floración. Las surfinias no son una excepción y si quieres que se llenen de flores has de fertilizarlas de la manera adecuada. ¿Cómo? Diluyendo un abono líquido específico para plantas de flor en el agua de riego cada 10 días mientras dure el periodo de floración. Para averiguar la dosis correcta sigue las indicaciones del fabricante.
4. Retira las flores marchitas
Vigila las surfinias y retira las flores que se van marchitando para que las plantas puedan concentrar su energía en producir flores nuevas. También es conveniente hacer una poda a las surfinias una vez termine de florecer, porque así se potencia la siguiente floración.
5. Protégelas de las plagas
Si tus surfinias están bien cuidadas, serán menos sensibles al ataque de las plagas. Sin embargo, es necesario vigilar porque siempre hay insectos dañinos que pueden atacarlas. Los más habituales en el caso de las surfinias son el pulgón y la araña roja. Al primer indicio de su aparición en la planta, aplica un insecticida específico. Cuanto antes se trate el problema más fácil será de resolver.
Si tienes en cuenta estas cinco recomendaciones a la hora de cultivar las surfinias lograrás disfrutar de sus largas y espectaculares floraciones.