La llegada del verano viene de la mano de nuestras ganas de pasar más tiempo al aire libre. Crear de nuestros balcones o terrazas un lugar agradable donde tomar el sol o sentir la brisa es una tarea que agradeceremos a largo plazo, y las plantas enredaderas serán nuestras aliadas a la hora de conseguirlo. Tanto si quieres que aporten sombra, color o un aroma irresistible, continúa leyendo para saber cuál es la más indicada para tu espacio:
La buganvilla, la trepadora magenta de fácil mantenimiento
Si pensamos en una terraza mediterránea, la buganvilla seguro que viene a tu mente. Esta planta originaria de Brasil es una de las favoritas de los amantes de las flores para esta época del año: necesita grandes dosis de luz, se adapta mejor a las altas temperaturas, y es muy longeva. Su color magenta transformará por completo tu balcón, y servirá como complemento perfecto para el resto del mobiliario que elijas: te recomendamos potenciar su belleza con elementos blancos o azules que contrasten con su intenso rosado.
Si tu espacio te lo permite, plantarla alrededor de una pérgola o una columna que sirva como soporte hará que sus ramificaciones formen un tapiz natural que embelesará a tus vecinos. A pesar de que la más habitual es la de flor magenta, existen variantes naranjas o amarillas: elijas el color que elijas, todas ellas son de fácil mantenimiento por igual. Incluso en esta época del año, se trata de una planta que no es excesivamente exigente con el riego: basta con que le pongas agua una vez a la semana (en caso de que esté plantada directamente en el suelo), o un par de veces si has preferido colocarla en una maceta.
La hiedra, la enredadera universal e imprescindible
La hiedra es una planta de exterior infalible: es ideal para aquellos principiantes en el mundo de la jardinería, ya que requiere pocos cuidados, pero resulta muy vistosa por su alegre color verde y frondosidad, idónea para aquellos espacios en los que quieras buscar refugio de las altas temperaturas o mayor privacidad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el contacto excesivo con la luz puede derivar en la quema de sus hojas, y causar que la planta se marchite: intenta buscar un espacio luminoso pero sin irradiación directa.
Trepadora y de hoja perenne, es fácilmente reconocible por la forma triangular de sus hojas, que a menudo cuentan con pequeñas rayas de color blanquecino. No requiere un riego muy abundante: es suficiente con que prestes atención a la humedad de la tierra, y le añadas agua cuando notes que está seca.
El jazmín, fragancia natural de tu jardín
El jazmín, sin duda, el rey de las terrazas y jardines en esta época: sus flores crecen de mayo a septiembre y sentir su aroma en el aire es señal inequívoca de que nos encontramos en verano. No descartes elegirla como tapiz natural para tu espacio exterior, ya que además de ser de crecimiento rápido, sus hojas se mantienen verdes durante todo el año: eso sí, recuerda que hay diversas especies, por lo que deberás informarte de antemano sobre cuál es la más adecuada para ti, dependiendo de si quieres que se comporte como planta trepadora o como arbusto.
A pesar de no requerir demasiado mantenimiento, hay algunas pautas a seguir para asegurar su crecimiento y longevidad. Es importante que reciba luz solar directa (entre tres a cinco horas diarias), situarla en un lugar donde esté protegida del viento, y evitar las bajas temperaturas: si vives en un lugar de clima muy frío, quizás el jazmín no es la planta más adecuada para ti. ¡Por último! Para asegurar que florezca con más fuerza, riégala muy a menudo en épocas como verano y primavera; en invierno, sin embargo, limita el riego a los momentos en que la capa de tierra esté seca.
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