9 plantas que debes empezar a multiplicar con esquejes (fáciles de plantar) este septiembre, y ganar ventaja para el jardín del año que viene

Como la lavanda es una planta perenne resistente que prospera en climas más fríos, septiembre es un mes excelente para hacer esquejes ya que las plantas comienzan a prepararse para suspender su crecimiento y desarrollo temporalmente.

Para sacar los esquejes de una lavanda, lo recomendable es cortar tallos de entre 8 y 10 centímetros que no tengan flores de una planta madre. Después, retira las hojas inferiores y planta los esquejes en una mezcla de tierra bien drenada. Asegúrate de mantener la tierra ligeramente húmeda y de colocar los esquejes en un lugar con luz brillante pero indirecta hasta que enraícen.

El romero es una de las plantas de cocina favoritas gracias a su aroma y sabor. Se trata de una hierba aromática que también responde muy bien a la propagación durante los meses más frescos.

Para propagar el romero, los expertos aconsejan tomar esquejes de tallos sanos que no estén en flor. Una vez los tengas, sumerge el extremo cortado en hormona de enraizamiento y plántalo en una tierra que drene bien. Por último, mantenlo con la tierra húmeda, pero no encharcada, y proporciónale mucha luz.

Para propagar la hierbaluisa en esta época del año, selecciona tallos que estén parcialmente leñosos en la base con algo de brotes jóvenes en la parte superior. Cuando los esquejes hayan enraizado, en agua o en tierra, pásalos a macetas y colócalos en una ventana soleada durante los dos primeros años para asegurarles un crecimiento saludable y protegerlos de las heladas del invierno. Acuérdate también de ir regándolos con regularidad.

Las hortensias son unas flores preciosas muy coloridas y si quieres seguir cultivándolas sin tener que comprar nuevas semillas, la propagación es la mejor opción, siendo septiembre un mes ideal para tomar esquejes leñosos para que enraícen durante el invierno y estén listas para plantar en primavera.

Para propagar hortensias, elige un tallo sano y maduro y córtalo justo por debajo de un nudo. Después, planta el esqueje en una maceta con una mezcla de turba y perlita y mantenlo en un lugar resguardado al aire libre. La clave para que crezcan saludablemente está en regar su tierra ligeramente y sin excesos.

Conocidas como una de las flores más populares para los arriates elevados en otoño, los crisantemos son otra maravilla de la propagación y, además, son también de rápido crecimiento. El mejor consejo para propagar crisantemos es tomar esquejes de brotes que no tengan flores, de unos 10 centímetros de largo. Retira las hojas inferiores y plántalos en una mezcla de tierra bien drenada. Finalmente, coloca los esquejes en un lugar luminoso y mantén la tierra húmeda hasta que desarrollen raíces.

Las fucsias enraízan bien a partir de esquejes a principios de otoño, lo que les permite establecerse antes del período de latencia invernal. Es tan fácil como tomar esquejes de madera blanda de los nuevos brotes y quitar las hojas de la parte inferior. Luego, sumerge el extremo cortado en hormona de enraizamiento y plántalo en una mezcla de turba y perlita.

Para asegurarte de que los esquejes se adapten al suelo, sitúalos en un lugar cálido y luminoso pero evitando la luz solar directa, ya que podría ser demasiado intensa para un crecimiento adecuado.

Por último, el brezo es otra planta que, cuando se propaga en septiembre, en la próxima temporada tendrás numerosos arbustos nuevos en flor en el jardín. El brezo se propaga mediante ramificación y división del arbusto. El primer método es rápido, debes identificar los brotes que están en contacto con el suelo, fijarlos al suelo, cubrirlos con tierra húmeda y rica en nutrientes, y añadir mantillo para retener la humedad. Al año siguiente, separa los brotes enraizados del arbusto madre y trasplántalos a su ubicación definitiva.

Para el segundo método, el de división, debes desenterrar cuidadosamente el arbusto, dividirlo en varias partes, normalmente de 2 a 4, asegurándote que cada parte conserve sus raíces y podar las ramas más viejas para fomentar un nuevo crecimiento. Luego, solo queda plantar los arbustos divididos en su nueva ubicación.