Plantas para el patio que sobrevivirán este verano y llegarán estupendas al otoño

Las plantas trepadoras son las reinas de los patios, sobre todo cuando anhelas esa sensación de estar rodeado de naturaleza. Como decíamos al principio del artículo, son perfectas para patios pequeños, ya que no te roban nada de espacio. También son ideales para tapar paredes menos estéticas o cubrir celosías. En este caso, la hiedra es una planta de exterior que, aunque se acabe el verano, permanecerá impecable. Aguanta bien la semisombra aunque es imprescindible que tenga un buen drenaje. 

Los patios andaluces lo saben bien: los geranios son las flores más elegidas para engalanarlos en cualquier época del año. Eso sí, si hay algo que necesitan es agua, tanto abundante como a menudo. De hecho, en verano es probable que tengas que regarlas dos veces al día, al despertarte y al atardecer, pero siempre comprobando que no haya encharcamiento. Para ello la maceta y el plato deben permitir un drenaje adecuado. Estéticamente, quedarán ideales en tinajas de barro que, además, también puedes colgar para ahorrar espacio. 

Cada vez es más frecuente ver árboles frutales en patios y terrazas. Aunque a priori no lo parezca, es posible cultivar muchos de ellos en maceta. Este es el caso de algunas variedades de naranjo, de tamaño más reducido y crecimiento lento. Lo que sí necesitan es al menos 6 horas de sol diarias. Si tu patio cumple con esta condición, escoge una maceta grande y empieza a disfrutarlo cuanto antes. 

Otra de las trepadoras que resultan perfectas para patios es el jazmín. Esta preciosa y elegante planta aportará color, sombra y un aroma irresistible a partir de primavera. Necesita luz pero ojo con el sol directo en las horas más calurosas del día; tampoco lleva nada bien las heladas. Como la mayoría de plantas, necesita un buen drenaje para que no haya encharcamiento. En cuanto al agua, necesita agua regularmente: sal de dudas tocando la tierra. 

Además de ser una planta resistente y fácil de cuidar, la floración de la verbena en colores como el rosa, morado y rojo, la convierten en una planta ideal para darle vida y color a tu patio. Por lo general comienza a florecer en primavera y puede seguir haciéndolo en otoño si la cuidas adecuadamente. Es capaz de tolerar condiciones adversas como la falta de agua y altas temperaturas. Tiene distintas variedades: algunas perennes pueden sobrevivir varios años con los cuidados adecuados, mientras que las variedades anuales necesitarán ser replantadas cada año.

Si bien no es una de las primeras opciones que te vienen a la mente para decorar un patio, la lantana es una de las más adecuadas cuando quieres darle un toque alegre y mediterráneo. Su larga floración desde primavera hasta bien entrado el otoño y sus colores vivos son sus principales reclamos, pero además tienes que saber que es muy resistente y necesita unos cuidados básicos como recibir al menos 6 horas de luz solar, regarla con moderación y protegerla de las heladas.

Si antes te hablábamos del naranja, ahora le toca el turno al limonero en arbusto, una variante compacta del tradicional árbol pero con un tamaño ideal para patios. Puede alcanzar una altura de 1,5 a 3 metros, lo que lo hace muy manejable. Luce unas preciosas hojas de color verde oscuro durante todo el año, y produce flores blancas muy fragantes en cualquier estación, principalmente en primavera y otoño. Colócalo en una ubicación con sol directo y un suelo bien drenado y ácido.

La lavanda es una de esas plantas que le dan un aire romántico y encantador a todo lo que le rodea. Lo mejor de todo es que sus cuidados son realmente sencillos, en parte gracias a su resistencia a las altas temperaturas, con lo que será una opción perfecta para tu patio si tienes poco tiempo o no tienes alma de jardinero. Ubícala en un lugar soleado y mantén la tierra ligeramente humedecida (pero no encharcada). La floración dependerá del clima donde vivas, pero si es suave y la tienes en maceta es posible que aguante hasta bien entrado el otoño.

En climas cálidos y secos, las suculentas son perennes, así que plantéate colgar pequeñas y variadas en la pared de tu patio, o bien escoge algún ejemplar más grande que le dé vidilla a una esquina. En cuanto a los mitos que las rodean, tienes que saber que hay algunas crasas (las que no tienen espinas) que no toleran demasiado bien la exposición directa al sol. Otro de los mitos más extendidos es que los cactus (los que almacenan agua en las espinas) no necesitan agua: es cierto que toleran la sequía, pero si quieres que crezcan necesitan que las riegues.