Julio es un mes muy intenso en el huerto urbano. Las altas temperaturas, junto con el aumento de horas de luz, promueven el crecimiento de muchos cultivos que ya se pueden recolectar. Pero el calor hace de este mes, también, uno de los más exigentes y en el que más atención tendremos que prestarle. Descubre con Miguel Carmona, experto de jardinería de Verdecora, qué necesita tu huerto durante este mes de julio.

Vigila de cerca el riego y protege tus plantas del sol

Las subidas del termómetro son directamente proporcionales a las necesidades de hidratación de nuestros cultivos. Las plantas no solo necesitan que seamos regulares en lo que respecta al riego: también nos obligan a hacer un uso eficaz y eficiente del agua. Una razón de peso para plantearnos instalar un sistema de riego, preferiblemente por goteo, que nos permita mantener el suelo fresco y húmedo.

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Además, y para evitar la evaporación del suelo, es conveniente hacer un acolchado: una pantalla natural que evitará que el sustrato pierda humedad. Algo que podemos conseguir utilizando corteza de pino, paja, césped recién cortado o mantillo orgánico. Este último, además, nos permitirá fertilizar el suelo y mejorar la estructura del mismo.

Por último, seguramente tendremos que instalar una malla de sombreo para evitar el sobrecalentamiento del huerto. Hace las veces de un toldo y protege los cultivos del exceso de sol.

¿Qué hacer en el huerto en julio?

  • Recolecta los frutos antes de que se espiguen.
  • Vigila de cerca las plagas, en especial la araña roja.
  • No bajes la guardia en la lucha contra las malas hierbas.
  • Elimina los chupones que roban energía a las plantas.
  • Empieza a preparar semilleros de los cultivos de otoño.
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¿Qué plantar en julio?

Canónigos

Una herbácea de carácter anual que, a pesar de su humilde tamaño, es muy recomendable tanto por su sabor como por la facilidad de su cultivo. Si vivimos en un clima con verano muy cálido, tendremos que posponer su siembra a finales de agosto. Necesitan una tierra permanentemente húmeda y una buena exposición solar.

Azafrán

Uno de los condimentos culinarios más valorados. Además de ser un cultivo de crecimiento rápido es sencillo de cuidar. De siembra directa, es importante dejar unos 10 cm entre planta y planta para que puedan crecer correctamente. Cuidado con excedernos con el riego: no solo necesita que sea ocasional, sino que, además, es fundamental evitar el encharcamiento.

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Rúcula

Una verdura de hoja que, por su versatilidad, es cada vez más apreciada en la cocina. Si la plantamos en meses de calor, conviene que lo hagamos en semisombra, ya que el sol intenso no le sienta excesivamente bien. Es crucial para ella que el suelo tenga un buen drenaje.

Remolacha

Únicamente indicado para climas templados en los que el verano no sea muy cálido. De siembra directa, necesita un terreno suelto en el que poder crecer que, además, conviene enriquecer con humus de lombriz. El sustrato debe estar permanentemente húmedo y con un buen drenaje, ya que no tolera los encharcamientos.

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Acelgas

Un cultivo rústico que, a pesar de su carácter mediterráneo, se adapta con facilidad a distintas condiciones climatológicas. Su plantación se realiza en semilleros que tendremos que proteger del exceso de calor. Si el clima es muy caluroso conviene posponer su plantación al otoño. Para que prosperen correctamente, necesitan un suelo rico en materia orgánica enriquecido con humus de lombriz.

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