Cultivar plantas de interior es uno de los recursos más efectivos y sencillos que tenemos a mano a la hora de decorar la casa. Y, dentro del amplio universo de las especies vegetales que mejor crecen dentro de nuestros hogares, no todas han de ser plantas con flor. En muchas ocasiones, hay plantas que no florecen y que resultan elegantes, bellas y muy decorativas.
Es el caso de la cheflera (Schefflera arboricola), una planta muy decorativa de hojas frondosas que elevará la categoría y estilo de tu salón. ¿Sabes cómo cuidarla?
Una belleza de origen tropical
La cheflera es una planta arbustiva originaria de zonas como Nueva Zelanda, Java e India, entre otros lugares. Crece de forma natural en entornos cálidos y húmedos, por lo que no soporta el frío ni las heladas. En nuestro país se cultiva como planta de interior.
El género Schefflera comprende alrededor de 150 variedades, y la más común en la mayoría de nuestras casas es la Schefflera arboricola, una planta fácil de cuidar que puede llegar a alcanzar una altura considerable.
Aunque hemos dicho antes que se trata de una planta que no florece, en realidad sí lo hace, aunque sus flores no son relevantes. Su verdadero encanto reside en sus hojas, verdes y muy bellas, en muchas ocasiones variegadas (es decir, que muestran distintos matices de verde, amarillo o blanco). Cualquier de las chefleras será una buena opción para poner un toque verde a tu salón.
Luz y temperatura, los cuidados esenciales
La cheflera no es una planta delicada. Si le das unas pequeñas atenciones y la tratas bien, te acompañará durante mucho tiempo y, además, estará bella, verde y frondosa. Sin embargo, hay dos cuidados que sí son esenciales a la hora de cultivar la cheflera. Se trata de una planta que requiere una cantidad considerable de luz natural. Búscala un lugar en tu casa donde tenga mucha luminosidad. Por ejemplo, cerca de una ventana, pero sin que le den los rayos del sol de forma directa para no se quemen sus hojas.
Además, hay otra cosa que debes tener en cuenta. La cheflera es una planta que no soporta el frío. Su rango de temperatura ideal está entre los 12 y los 25ºC. Si la tienes dentro de casa, estará perfecta, aunque no debes colocarla cerca de estufas, radiadores u otras fuentes de calor. Protégela también de las corrientes de aire.
Otras pautas de cultivo
Si vigilas bien que la luz y la temperatura sean las correctas, ya tienes las condiciones adecuadas para cultivar la cheflera. Estos otros cuidados son también importantes y, como verás, fáciles de llevar a la práctica.
- Sustrato. La cheflera necesita un sustrato rico en nutrientes (materia orgánica), y que presente un buen drenaje para evitar encharcamientos. ¡No los tolera!
- Riego. Los aportes de agua han de ser escasos. Cuida de no excederte aunque estemos en verano. Eso sí, le encantará que la pulverices con frecuencia, ya que necesita humedad ambiental para estar perfecta.
- Fertilizante. Un aporte de abono en primavera le viene genial para coger fuerzas de cara al verano y a su época de desarrollo. Utiliza un fertilizante líquido para plantas de hoja verde diluido en el agua de riego. ¿La dosis? La que indique el fabricante.
- Trasplante y poda. Cambia de maceta a tu cheflera cada dos años aproximadamente, eligiendo una un poco más grande. Aprovecha para renovar el sustrato de forma que puedas enriquecerlo con materia orgánica. También es conveniente que la podes ligeramente de vez en cuando para controlar su crecimiento.
Si te gusta la Schefflera arboricola ahora es el momento de disfrutar de su belleza. Es una planta asequible para jardineros principiantes que te va a dar muchas alegrías. Por algo las abuelas la solían tener en casa, en un lugar privilegiado del salón... ¡Disfrútala!