Si eres un amante de las plantas y sientes pasión por las orquídeas, debes descubrir el secreto para cuidarlas y mantenerlas en su máximo esplendor. ¡No permitas que tus plantas se marchiten! Aprende la técnica correcta de trasplante y el momento idóneo para evitar que el sustrato se deteriore y dañe las delicadas raíces, especialmente en las orquídeas más maduras que han florecido varias veces. Toma nota, porque te revelaremos la mejor manera de trasplantarlas sin causarles estrés y asegurarte de que luzcan bonitas y sanas durante mucho más tiempo.
¿Cuándo es la Época de trasplantar orquídeas?
Sabemos lo importante que es cuidar adecuadamente tus orquídeas para que florezcan en todo su esplendor, y eso incluye saber cuándo trasplantarlas. En lugar de someter a tus orquídeas a estrés innecesario, es importante realizar el trasplante cada dos o tres años. Pero espera, eso no es todo. No todas las etapas son adecuadas para el trasplante. Evita el trasplante cuando las orquídeas están en plena floración y en su lugar, hazlo en la fase posterior a la floración, justo antes de que comiencen a crecer nuevos brotes.
Es por ello que el mejor momento para llevar a cabo esta tarea es en primavera. ¿Por qué? Porque es la época perfecta para que tus orquídeas se recuperen rápidamente. La luz abundante y las temperaturas más cálidas de la primavera brindan a las orquídeas trasplantadas el ambiente ideal para sanar y florecer. Así que prepárate para aprovechar esta época y dar a tus orquídeas el cuidado que se merecen. ¡Verás cómo tu jardín se transforma en un paraíso floral en poco tiempo!
Cómo trasplantar una orquídea
Antes de trasplantar tu orquídea debes regarla y cuidarla adecuadamente. Debes saber que después del trasplante, tu planta crecerá más lentamente. Aquí tienes un consejo útil: dos días antes del trasplante, mezcla compost líquido en abundante agua y riega generosamente la planta. Este paso previo garantizará su crecimiento saludable después del trasplante, además ablandará las raíces para facilitar el proceso y que no se dañen.
Recuerda que las orquídeas tienen raíces aéreas, ya que en su entorno natural suelen crecer sobre otras plantas, como los árboles. Por eso, al cultivarlas en macetas, es crucial seleccionar la maceta adecuada y utilizar un sustrato idóneo que proporcione las mejores condiciones para su crecimiento.
¿QUÉ TIERRA usar PARA TRASPLANTAR LAS ORQUÍDEAS?
Por lo general, el sustrato ideal para las orquídeas está compuesto por una combinación de ingredientes como turba, hojas secas, estopa de coco, carbón vegetal, musgo e incluso corteza de árbol. Esta mezcla única proporciona las condiciones perfectas para el crecimiento saludable de tus orquídeas, evitando el temido problema de la pudrición de raíces. Así que, olvídate de los sustratos convencionales y dale a tus orquídeas el tratamiento que se merecen.
PASOS a seguir PARA TRASPLANTAR ORQUÍDEAS
- Quitar la maceta vieja. El primer paso es retirar con precaución la orquídea de su maceta anterior. Asegúrate de no dañar la planta ni sus raíces en el proceso. Si las raíces están firmemente adheridas al recipiente, puedes ayudar aflojando suavemente el contenedor con tus dedos. En caso de que las raíces de la planta hayan crecido a través del fondo de la maceta, puedes cortarla cuidadosamente para facilitar su extracción.
- Quita el sustrato viejo. Asegúrate de limpiar cuidadosamente el sustrato viejo para dejar al descubierto las raíces, evitando dañarlas en el proceso. Para aflojar el sustrato, puedes agitar suavemente la planta. Esto ayudará a desprender parte del sustrato antiguo. Una vez que hayas aflojado el sustrato, limpia las raíces con agua tibia para eliminar cualquier resto de sustrato que aún esté adherido a ellas.
- Elimina las raíces dañadas o secas. En este punto, también es recomendable eliminar cualquier raíz podrida o seca para dar espacio a las nuevas raíces y fomentar un crecimiento saludable. Utiliza tijeras bien afiladas y desinfectadas para realizar los cortes necesarios. Sin embargo, ten cuidado de no dañar las raíces verdes y sanas, ya que son vitales para el crecimiento de la orquídea. Si alguna raíz resulta dañada durante el proceso, puedes sellar la herida con polvo de azufre, carbón vegetal o una pasta selladora especial para prevenir la pudrición. Si descubres la presencia de plagas, sumerge la planta en un baño de agua durante algunas horas antes de plantarla en el sustrato fresco.
Planta la orquídea en la maceta nueva. Comienza vertiendo una capa inicial de sustrato en la nueva maceta. Luego, coloca la orquídea asegurándote de que los extremos de las raíces estén dentro del recipiente y gíralos suavemente hasta que todas las raíces aéreas queden dentro. Ten especial cuidado de no dañar ninguna hoja durante este proceso.
Rellenar con suelo fresco. Una vez que la orquídea esté colocada adecuadamente, comienza a rellenar con sustrato fresco desde los lados de la maceta. Asegúrate de que el sustrato se distribuya uniformemente alrededor de las raíces. Para facilitar esta tarea, puedes golpear suavemente la maceta sobre una mesa, lo que ayudará a que el nuevo sustrato se asiente correctamente. Es importante asegurarse de que no haya espacios vacíos entre las raíces y el sustrato, llenando por completo esos espacios.
Consejos para el cuidado de la orquídea después del trasplante
- Evita el riego durante una semana. Después del trasplante, evita regar tu orquídea durante al menos una semana. Esto permitirá que las raíces se adapten al nuevo sustrato y evita el riesgo de sobrehidratación, lo que podría dañar la planta.
- Espera antes de fertilizar. Es recomendable no fertilizar tu orquídea durante aproximadamente cuatro semanas después del trasplante. Durante este período, las raíces necesitan tiempo para establecerse y recuperarse del estrés del trasplante.
- Rocía las hojas diariamente. Para brindarle el mejor cuidado, rocía ligeramente las hojas de tu orquídea con agua cada día durante este período sin riego. Esto ayudará a mantener un nivel adecuado de humedad y promoverá un entorno favorable para el desarrollo de la planta.
Cómo reproducir orquídeas
A diferencia de otras orquídeas, las del género Phalaenopsis no pueden dividirse a través de vástagos de raíces. Sin embargo, con buen cuidado, es posible que la propia orquídea desarrolle pequeños retoños, generalmente al final de un tallo descolorido.
Es importante saber cuándo trasplantar estos retoños. Mientras el tallo esté verde, es recomendable dejar el retoño unido a la planta madre. Solo cuando el tallo se haya secado por completo, es el momento adecuado para trasplantarlo. Sin embargo, debido a la sensibilidad de las raíces pequeñas, debes tener en cuenta lo siguiente:
Afloja el sustrato antes del trasplante. Pica suavemente el sustrato para permitir un mejor desarrollo de las raíces del retoño.
Mantén el sustrato húmedo rociando la planta, en lugar de regarla directamente. Esto evitará el exceso de agua y protegerá las raíces sensibles.
Busca un lugar luminoso y cálido para tu miniorquídea, pero evita la exposición directa a la luz solar. Un ambiente equilibrado será beneficioso para el crecimiento saludable del retoño.
Evita cambiar la ubicación de la planta durante los primeros meses. La estabilidad en el entorno ayudará al retoño a establecerse y adaptarse sin perturbaciones.
Sigue estos consejos y cuida de la mejor manera tus miniorquídeas Phalaenopsis, permitiéndoles crecer y florecer en todo su esplendor. ¡Disfruta de la belleza y elegancia de estas preciosas plantas!
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