Una alfombra debe hacer frente a muchos accidentes: bebidas derramadas, manualidades con los niños o manchas y arañazos de mascotas, entre otros. Por eso, debemos cuidar las alfombras y aprender cómo limpiarlas para mantenerlas como nuevas. Existen varios trucos para eliminar las manchas de la alfombra que pueden marcar la diferencia. Los tres consejos que te damos a continuación te ayudarán a deshacerte de las manchas en cuanto se produzcan. ¡Toma nota!
3 trucos para dejar las alfombras impecables
Además de aspirar y usar una vaporeta regularmente, una alfombra sucia necesita cuidados extra. En El Mueble te ofrecemos diferentes trucos con productos caseros para que ahorres tiempo y dinero en esta tarea. Dicho esto, vamos a descubrir las distintas alternativas para limpiar las alfombras. ¡Sigue leyendo!
1. Con bicarbonato de sodio
Si se trata de una mancha no muy grasosa, no debería ser muy difícil eliminarla: este tipo de manchas suelen estar provocadas por líquidos como el té, el vino, la tinta o cualquier otro líquido que sea colorida u oscura, pero sin ningún residuo aceitoso o graso. ¡Ahí es donde entra en juego el bicarbonato de sodio!
Y es que el bicarbonato de sodio es capaz de absorber el color que causa la mancha. Solo tienes que seguir los siguientes pasos para eliminar tu mancha en la alfombra con bicarbonato de sodio:
- En primer lugar, espolvorea la mancha con bicarbonato de sodio. Asegúrate de que queda completamente cubierta por una capa gruesa.
- A continuación, moja el bicarbonato de sodio con agua fría. Evita el agua tibia o caliente pues puede dificultar la eliminación de la mancha. Ten cuidado: no utilices demasiada agua o podrías extender la mancha. Una buena idea es usar una botella spray para humedecer la mancha de manera controlada.
- Deja reposar la mezcla durante la noche. No te apresures porque cuanto más tiempo la dejes reposar, más color podrá absorber el bicarbonato.
- Al día siguiente, aspira y revisa la mancha. Si lo ves necesario, ¡repite el proceso una vez más!
2. Con bicarbonato de sodio y sal
El bicarbonato es un producto genial para dejar impecables las alfombras. A diferencia de otras soluciones, este remedio natural no daña el tejido, al mismo tiempo que es muy eficaz limpiando y desinfectando. La sal tiene propiedades que la hacen muy valiosa en la limpieza: blanquea los tejidos, quita los malos olores, absorbe la humedad...
Descubre a continuación cómo se limpia una alfombra con sal y bicarbonato:
- Antes de empezar, aspira la alfombra, coge una botella con pulverizador y llénala con agua fría.
- En un recipiente, mezcla un poco de bicarbonato de sodio con sal.
- Espolvorea la alfombra con la mezcla de bicarbonato y sal.
- Después de espolvorear, rocía la zona afectada con la botella spray llena de agua. La alfombra debe quedar bastante húmeda, pero no empapada.
- A continuación, frota bien con un cepillo para que el bicarbonato penetre en las fibras de la alfombra. Es recomendable hacerlo en la dirección de las fibras para no romperlas.
- Después, quita lo que se haya desprendido con un trapo seco. Pero no te preocupes si dejas un poco de bicarbonato con sal en la alfombra: le irá bien para acabar de soltar la suciedad.
- Luego, deja que la alfombra se seque al aire. Al día siguiente, usa un aspirador para eliminar los restos de bicarbonato y sal que se hayan quedado enredados en las fibras.
- Una vez hayas terminado, deberías notar cómo la alfombra huele mejor y tiene un aspecto renovado sin manchas.
3. Con vinagre y bicarbonato de sodio
¿Has probado los métodos anteriores, pero sigues viendo esa fea mancha en tu alfombra o percibes un olor desagradable? La mejor solución para casos extremos es la combinación de vinagre blanco y bicarbonato de sodio, una potente mezcla de limpieza para las manchas más viejas y persistentes en la alfombra. Sigue los siguientes pasos en orden:
- Empieza por espolvorear bicarbonato de sodio sobre la mancha de la alfombra. Déjalo actuar durante 30 minutos aproximadamente.
- A continuación, mezcla 1 cucharadita de vinagre blanco con 1 litro de agua caliente en una botella spray o pulverizador.
- Pulveriza la solución de vinagre sobre la zona afectada y deja reposar la mezcla durante una hora, para que el vinagre entre en contacto con el bicarbonato de sodio y se ablande la mancha.
- Una vez pasado el tiempo, frota la zona manchada con un cepillo de manera suave y retira la mezcla con paño que esté seco.
- Finalmente, aspira la zona para eliminar los restos de bicarbonato y vinagre. ¡Ya verás qué cambio!
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