El desgaste por el uso y el sol directo se "comen" el color de las alfombras. Si tu alfombra ha perdido su color original puedes reavivarlo con una de estos tres sencillos trucos caseros que te resultarán muy fáciles y efectivos (¿quieres saber más? Consulta la guía de limpieza de El Mueble).
- Con sal gorda. Mezcla en un bol un puñado de sal y agua hasta formar una pasta. Extiéndela sobre la alfombra y deja que se seque. Luego, frota con un cepillo para que actúe mejor y retira los restos con el aspirador.
- El vinagre de alcohol, mejor caliente, es otro remedio eficaz. Frota la superficie de la alfombra con un paño de algodón impregnado en vinagre. Deja actuar unos minutos y pasa un paño seco antes de aspirar.
- Si la alfombra es oscura puedes esparcir posos de café ligeramente húmedos. Basta con retirarlos una vez se hayan secado.
Si tiene un olor desagradable...
Neutralízalo con bicarbonato. Basta con espolvorearlo por la superficie, dejar que actúe y retirar con el aspirador. Después aromatiza la alfombra con aceites esenciales de lavanda, canela, geranio... Para que te sea más fácil, ayúdate de un aerosol.
Si la alfombra tiene marcas de los muebles...
Entonces repáralas con cubitos de hielo. Aplícalos en la zona afectada y deja que se derritan. La alfombra se ahuecará y la hendidura acabará desapareciendo. Si la marca se resiste, usa un tenedor de postre para acabar de levantar, con cuidado, las fibras.
¡Ah! Y gira la posición de tu alfombra, como mínimo, una vez al año. Así se desgasta igual por ambos lados y las marcas se fijan menos.
El polvo: el gran enemigo de las alfombras
El polvo estropea las fibras y, si no se retira, puede llegar a rasgarlas, a la vez que apelmaza la alfombra. Lo mejor es eliminarlo con el aspirador. Desde Alfombras KP recomiendan hacerlo sin cepillo, únicamente con el tubo del aspirador, para evitar que la alfombra se desgaste innecesariamente.
Si la alfombra se ha manchado...
Actúa rápido: es el mejor remedio antimanchas. Lo primero que debes hacer es eliminar los restos con papel absorbente. Limpia desde el borde hacia el centro y nunca uses una esponja muy mojada: puedes hacer que la mancha se expanda. Antes de utilizar cualquier producto quitamanchas pruébalo en una zona no visible. Y para las manchas más rebeldes:
De vino tinto
Elimínalo frotando la zona afectada con agua con gas y, a continuación, extiende una espuma limpiadora.
De té o café
Se limpian frotando la mancha con una mezcla hecha con detergente y vinagre blanco.
De chicle
No intentes arrancarlo directamente. Endurece el chicle con un cubito de hielo y te será más fácil de quitar.
De tinta de bolígrafo
Se elimina "pellizcando" la mancha con un paño blanco bien limpio impregnado con leche.
Si la alfombra está algo desgastada...
Lo mejor es que la lleves a un profesional para que se encargue se su reparación. Puede reparar las roturas, cambiar los bordes e, incluso, teñirla y darle una nueva vida. Aunque es más barato que comprarse una alfombra nueva, plantéatelo solo si tu alfombra es de calidad.
Si tu alfombra se deshilacha...
Puedes colocar un ribete. Son muy decorativos y, además, evitan que las alfombras se empiecen a deshilachar. Hay cintas de ribeteado con una parte adhesiva que son muy fáciles de colocar y quedan muy decorativas.
Si los bordes
de la alfombra se levantan...
Aplica un poco de humedad a los bordes para bajar las esquinas y recuperar la forma inicial de la alfombra. Puedes hacerlo con un paño húmedo o un aerosol.
¡Idea! Una vez mojados pon un peso encima para ayudarle a aplanarlos de nuevo.
Si los flecos
de la alfombra se deshilachan...
En las alfombras tipo persa es común que los flecos se suelten. A veces basta con que un experto anude las partes que están flojas (a partir de 20 €/m) y así evitar que el deterioro vaya a más. Si esto sucediera la restauración sería más costosa, siempre en función del tamaño de la alfombra y su estado.
Tú misma. Si la alfombra es sencilla puedes reparar tú misma los flecos. Busca hilos de un color y grosor similar a los originales y cóselos a la base. Cepíllalos con una solución de agua y detergente.
Si la alfombra se mueve mucho...
Pon un antideslizante. Cámbialo cada cierto tiempo para evitar que pierda adherencia.
Tienes muchas opcionesPuedes usar unas tiras de caucho o de goma en las esquinas; una almohadilla de látex; o una estera de rejilla plastificada.
Cómo limpiar cada alfombra según el material
Cómo limpiar alfombras de lana
Sacúdela para quitar la suciedad y luego repasar con el aspirador. Limpia con un trapo impregnado en agua y jabón neutro y seca rápidamente.
Cómo limpiar alfombras de algodón
Para una limpieza básica pasa el aspirador por ambas caras del centro hacia fuera y al revés. Para una limpieza profunda, frota con vinagre blanco y agua tibia.
Cómo limpiar alfombras de fibras sintéticas
Con más electricidad estática que las de lana, absorben pelos e hilos. Aspira a menudo y limpia con espuma seca.
Cómo limpiar alfombra de fibras naturales
Limpia las de sisal y yute con un paño empapado en agua salada. Deja que se sequen en un lugar sin sol directo.
Cómo limpiar alfombras de materiales ecológicos
Hablamos de las alfombras de papel o bambú. Son higiénicas y antibacterianas. Aspíralas pero nunca las sacudas y trata las manchas con agua y jabón neutro.
Guárdala bien y no se deformará
Antes de guardar la alfombra conviene llevarla a la tintorería (te costará unos 11 €/m2). Una vez limpia, guárdala enrollada con papel de periódico, absorbe la humedad y evita la aparición de ácaros. Colócala en horizontal y no pongas nada que la aplaste. Puedes protegerla con una funda de tela.