Mantener nuestra casa bien ordenada y organizada a diario es algo que podemos conseguir si incluimos ciertos hábitos en nuestras rutinas diarias. Sin embargo, a veces ignoramos que nuestro hogar nos pide auxilio cuando hay señales que nos lo indican. Soy Vanesa Travieso, experta en orden, y a través de mis redes sociales (@ponorden), te enseño diversos trucos, consejos y recomendaciones para que tu espacio personal esté siempre impoluto. En este caso, te quiero hablar sobre las señales que nos indican que ya es hora de dar un repaso a cada una de las estancias de nuestra casa. Si te paras a pensarlo, es posible que muchas de ellas las hayas sentido.

A partir de ahora sabrás que es momento de ponerse manos a la obra siguiendo, por ejemplo, algunos métodos de limpieza y orden que pueden hacerte mucho más fácil la tarea. En cualquier caso, quédate con estas 10 señales. ¡Verás cómo a partir de ahora estarás más atento a la organización en casa!

Desde las más evidentes hasta otras que quizás podríamos pasar por alto. Siempre intento inspirar a mis seguidores sobre lo importante que es escuchar a nuestra casa y a sus necesidades. Pues bien, ¡toma nota!

1. Llegas a casa y en vez de calma sientes angustia: cuando nos encontramos en un espacio caótico, es normal que nuestra paz y tranquilidad desaparezca. Nos agobia tanto ver todo desordenado y nada en su sitio, que el confort que deberíamos tener desaparece. Esto no debería ser así, ya que nuestra casa debe ser nuestro refugio de seguridad y serenidad. Si sientes angustia al llegar a casa, es probable que necesites ordenar y limpiar todo.

2. No encuentras las cosas cuando las necesitas: seguro que te ha pasado mil veces. Vas con el tiempo justo a un sitio y has desordenado tanto todo que ahora te cuesta mucho más encontrar lo que necesitas. Si todo está en orden, ahorrarás mucho tiempo en dar a la primera con lo que busques. 

3. Tienes ropa por todas partes: en la silla, en la cómoda, sobre la cama... esto está muy vinculado con el anterior punto. Cuanto más desorden tengas en tu armario, más difícil te resultará encontrar las prendas que quieras. Además, la ropa acumulada en las sillas, por ejemplo, formando una montaña, dan visualmente sensación de suciedad.

4. Llegas tarde a los sitios: cuanto más desorganizada tengas tu casa, más tiempo tardarás en prepararte para salir de ella. Al tener todo por medio o acumulado, será muy difícil encontrar lo que buscas, y esto hará que te retrases varios minutos hasta que por fin te marches y, como consecuencia, llegarás tarde allá donde tengas que ir.

5. Nunca te da tiempo a hacer la cama: cuando vas justo de tiempo y el desorden en casa hace que vayas mucho más atrasado, hacer la cama no será tu prioridad. Por ello, siempre quedará sin hacer y, visualmente, se verá tu dormitorio el doble de desordenado de lo que puede estar. Hacer la cama tiene muchos beneficios, además de ser una tarea de higiene básica, ya que te hace sentir que has cumplido con la primera tarea del día, lo que nos estimula a seguir cumpliendo metas y a ser más productivos.

6.  Calcetines desparejados: si has dado con varios calcetines 'solteros', es momento de revisar el orden en tu cajón de la ropa interior. Es probable que si varios calcetines están desparejados es porque el resto estén bastante desorganizados, al igual que tu colada. Intenta llevar un control de las prendas que echas a lavar, los lavados y secados para no perderlos más.

7. Sientes incomodidad si tienes que hacer algo en casa: cuando tenemos nuestra casa muy desordenada, nos da mucha angustia pasar tiempo en ella (como ya te hemos comentado en el primer punto) y esto a su vez está unido con sentir incomodidad de hacer en casa lo que deberíamos realizar sin problema y mucho más cómodos. Por ejemplo, si mi casa está hecha un caos y no la ordeno y limpio, seguramente no será el espacio idóneo de trabajo si algún día tengo que trabajar en casa, estudiar o hacer cualquier tarea que me suponga concentración. 

8. Las mañanas son un caos: suena el despertador, tenemos prisa por irnos de casa y... ¡Llegaremos tarde por culpa del desorden! Si no sabemos dónde están nuestras cosas o no tenemos un espacio cómodo y agradable para poder asearnos, vestirnos, desayunar... todo será un caos.

9. Nunca sabes qué ponerte: el desorden en nuestro armario también hace que sea mucho más complicado decidir qué ropa nos vamos a poner o cómo vamos a combinar ciertas prendas. Al no tener visualmente una organización de nuestra ropa, hay muchas prendas que olvidamos que tenemos o no sabemos dónde están. Esto nos generará mucho nerviosismo porque no nos sentiremos igual de cómodos llevando prendas que hemos encontrado a primeras, que aquellas que hayamos escogido tranquilamente.

10. Te enfadas por cualquier tontería: el estrés, la angustia y ansiedad que nos produce una casa desordenada, hace que nos irritemos con mucha más facilidad. El orden en casa afecta directamente a nuestro estado de ánimo. De hecho, el desorden puede ser un enemigo para nuestra salud mental. Al estar frustrados, empezamos a posponer la tarea de ordenar y limpiar, y esto al final acaba por ser mucho más complejo porque se empieza a acumular todo, lo que hace que cada vez estemos más enfadados y desanimados.

 

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