¿Quieres mejorar el confort y protección de tu cama? Pues entonces debes apostar por un buen protector de colchón. Es una de esas cosas que no se ven, pero que mejoran el bienestar de tu habitación, de ahí la importancia de elegirlo bien. "El protector de colchón es un complemento textil que se coloca entre el colchón y la sábana bajera para proteger el colchón de aquellos elementos externos que puedan deteriorar su calidad, como sudor, líquidos, manchas de comida, polvo, ácaros, bacterias, etc. El protector actúa como una barrera, impidiendo que el residuo penetre en el colchón", así lo definen desde Burrito Blanco, firma especializada en ropa del hogar.
Generalmente, los colchones suelen tener una vida útil de entre ocho y diez años, pero si quieres mantener la higiene, el confort y las propiedades de tu colchón más tiempo, deberás protegerlo bien. La elección vendrá marcada según tus prioridades. Hay un tipo de protector de colchón para cada necesidad.
1. Para proteger tu colchón
Si te ha costado la vida dar con el colchón ideal y, ahora que por fin lo tienes, quieres que te dure años y años, te aconsejamos un protector de colchón de algodón acolchado para que haga de barrera de la suciedad ligera. La mayoría están rellenos de fibra de poliéster, algo que te resultará muy cómodo gracias a las costuras cosidas para favorecer la ergonomía.
2. El protector de colchón reduce los alérgenos
Si tu problema es la dichosa alergia, opta por un protector de colchón fabricado con materiales anti-ácaros. Existen modelos especialmente realizados para que actúen como barrera de ácaros del polvo y otros alérgenos causantes de malestar y problemas cutáneos y respiratorios. También hay protectores con tratamientos antibacterias y antimoho.
3. Mantén tu colchón seco con un protector
Si en tu cama duerme más de una noche tu bebé o en casos de personas mayores, es aconsejable recurrir a una funda de colchón impermeable. Gracias a ella, las posibles fugas de orina, sudor o líquidos no traspasarán al colchón. Los protectores de colchón impermeables tienen una base de película de poliuretano que repele los líquidos y hace que sean fáciles de limpiar.
4. Para calentar
Elige un protector de colchón con tejido grueso para calentar tu cama durante los meses más fríos. Una alternativa menos engorrosa a la manta eléctrica.
5. Para aumentar la comodidad
Si tu colchón no es especialmente cómodo, pero no quieres gastarte lo que vale uno nuevo, te proponemos una solución. Opta por comprar un protector de colchón "topper viscoelásticos" o de látex, que se ajustan a los contornos del cuerpo para aliviar los puntos de presión.
Cuestión de medidas
Una vez tengas claro el tipo de protector que te conviene, es hora de tomar medidas. Es importante para tu comodidad y para que cumpla su función al 100% que la funda encaje perfectamente, cubriendo tanto la superficie como los laterales del colchón. Para que así sea, este textil tiene una goma elástica en todo su perímetro, como una bajera ajustable. Las medidas más habituales son:
Medidas de protectores para camas:
- 80x190/200 cm
- 90x190/200 cm
- 105x190/200 cm
- 135x190/200 cm
- 150x190/200 cm
- 160x190/200 cm
- 180x190/200 cm
- 200x200 cm
Medidas para protectores para cunas:
Los materiales más adecuados para el protector de colchón
Algo crucial a la hora de comprar un protector de colchón es que des la vuelta a la etiqueta para ver su composición. El material o materiales con que se hayan fabricado contribuirán a la seguridad y el confort de tu cama. Como nos aclaran desde Burrito Blanco, principalmente, los protectores de colchón se fabrican con tres tipos de materiales:
- Algodón 100%: fabricado con fibra natural de algodón, por lo que es más suave y muy cómodo. No da calor, ya que el algodón es muy transpirable y tampoco hace ruido, por lo que podrás descansar. además es hipoalergénico.
- Poliéster 100%: fabricado con fibra sintética. es muy resistente, no da calor por las noches y no hace ruido. También es de tejido hipoalergénico.
- Tencel: fabricado con fibra celulosa natural y biodegradable. Máxima absorción, muy transpirable y extrasuavidad. Especialmente indicado para cunas y camas infantiles.
Cómo limpiar el protector de colchón
Te aconsejamos lavar una vez al mes tu protector, aunque para alargar su estado óptimo deberás limpiarlo a máquina en programa delicado, siguiendo las instrucciones de cada fabricante. Usa 1/3 de la dosis de detergente habitual, no utilices lejía y no lo planches.
Diferencias entre protector y cubrecolchón
- Aunque ambos son una funda para el colchón que ayuda a proteger, mejorando la durabilidad y rendimiento del mismo, la principal diferencia reside en el grosor.
- El protector tiene el grosor de una sábana, mientras que el cubrecolchón es un poco más grueso y está ligeramente acolchado (con un grosor de entre 0,5 y 2 cm).
- Los cubrecolchones pueden incorporar o no la propiedad de ser impermeables. Esta cualidad la consiguen colocando una lámina de PVC que abarata el producto, o con una lámina de poliuretano, que no hará ruido, transpirará y dará menos calor.
- Los protectores son siempre impermeables (lámina de PVC o de poliuretano). Son como “sábanas” que protegen de la humedad al colchón.
- Ambos son ajustables. Pueden ajustarse a colchones con un grosor máximo de 31 centímetros.
La importancia de usar un protector o cubrecolchón es principalmente que éstos se pueden quitar fácilmente del colchón y lavar en la lavadora, mientras que lavar un colchón si se mancha o moja es mucho más complicado. Lo único que tenemos que comprobar es a qué grados recomienda lavarlo el fabricante.