Con solo apretar un botón, el lavavajillas empieza a hacer su magia y él solito se encarga de limpiar y desinfectar todo lo que en él hayamos metido, desde platos y vasos hasta cubiertos y utensilios de cocina. La verdad es que con el lavavajillas todo es mucho más fácil (si no cometes errores a la hora de ponerlo en marcha) y, además, te aseguras de que la grasa, los restos de comida y gérmenes se eliminen para siempre.
Pero para que el lavavajillas pueda realizar bien su función de limpieza y desinfección, es necesario que también reciba, con cierta regularidad, una limpieza profunda de su interior. Porque para que el lavavajillas pueda funcionar bien y eficientemente, debe estar limpio. Si no lo está, tus platos, vasos y cubiertos, cuando termine el lavado, no quedarán relucientes y saldrán con manchas. Por eso, a continuación, te vamos a explicar 3 trucos para limpiar el interior del lavavajillas en profundidad sin muchos esfuerzos.
3 trucos infalibles para una limpieza profunda del lavavajillas
Si quieres que tu vajilla, tus cubiertos y tus platos queden relucientes después de cada ciclo de lavado en el lavavajillas, es fundamental que limpies este pequeño electrodoméstico en profundidad siguiendo estos 3 trucos.
1. Limpieza interior con un vaso y vinagre blanco
Para sacar la vajilla reluciente del lavavajillas, es importantísimo limpiarlo en profundidad con cierta regularidad. Para ello, te aconsejamos que pongas en práctica el truco del vaso con vinagre blanco:
- Paso 1. Para desengrasar y desodorizar el lavavajillas, espolvorea media taza de bicarbonato sódico por todo el interior del aparato asegurándote de cubrir bien el fondo, las rejillas y el cacharro de los cubiertos.
- Paso 2. Llena un vaso con vinagre blanco hasta el borde y colócalo en el centro de la rejilla superior del lavavajillas. El vinagre blanco es un excelente desinfectante y ayudará a eliminar los depósitos de cal que puedan haberse acumulado en las tuberías y aspas del lavavajillas.
- Paso 3. Cierra la puerta del lavavajillas y selecciona la opción de lavado con la temperatura más alta que tenga, el agua caliente potenciará la acción del bicarbonato y del vinagre blanco.
- Paso 4. Una vez el ciclo de lavado haya concluido, abre la puerta del lavavajillas y retira el vaso con vinagre blanco. Asegúrate de que no haya restos de bicarbonato sódico en las superficies. Para terminar, inicia un ciclo de lavado adicional solo con agua para enjuagar cualquier residuo restante.
2. Limpieza del filtro
Si queremos que un lavavajillas quede completamente limpio, no podemos olvidarnos de la limpieza individual de algunos de sus componentes porque, aunque sean piezas pequeñas, son fundamentales. Es el caso del filtro, la cesta pequeña y alargada situada en la parte baja, justo debajo de las aspas, que se encarga de atrapar restos de comida, grasa y otras partículas que quedan en los platos durante el ciclo de lavado. Es muy importante limpiarlo para evitar que estos residuos obstruyan las tuberías del aparato y que tenga malos olores.
Para limpiar el filtro de la lavadora, deberás hacer lo siguiente:
- Paso 1. Prepara un cubo con 2 tazas de agua caliente, 2 tazas de vinagre blanco y un chorrito de jabón.
- Paso 2. Desenrosca el filtro y déjalo en remojo en la mezcla anterior durante 30 minutos.
- Paso 3. Cuando pase la media hora, frota toda la superficie del filtro con un cepillo de dientes viejo. Verás cómo la suciedad sale rápido.
- Paso 4. Si aún así queda muy sucio, puedes ponerlo de nuevo en remojo en agua caliente de 15 a 20 minutos.
- Paso 5. Después, añade más jabón y una pizca de bicarbonato, vuelve a limpiar con el cepillo y enjuaga.
- Paso 6. Seca muy bien el filtro y vuelve a colocarlo en su lugar correspondiente del lavavajillas.
3. Limpieza de las aspas
La función principal de las aspas del lavavajillas es girar y distribuir agua a presión en diferentes direcciones durante el ciclo de lavado con el fin de alcanzar todas las superficies de los platos, cubiertos y vasos. Por eso, es tan importante que estén limpias para que el lavado sea eficiente. Lo recomendable es limpiarlas cada 6 meses de esta forma:
- Paso 1. Retira las aspas y ábrelas.
- Paso 2. A continuación, ponlas bajo el grifo del fregadero y límpialas muy bien con abundante agua.
- Paso 3. Si la grasa y la suciedad están muy adheridas, puedes usar un producto quitagrasas o amoniaco líquido.
- Paso 4. Por último, enjuágalas bien y vuelve a colocarlas en su sitio.