Dejar el grifo abierto A la hora de fregar los platos a mano o simplemente al lavar alguna fruta o verdura es importante cerrar bien el grifo. Aunque se vayan a limpiar varias cosas al momento, es mejor cerrar el grifo y volver a abrirlo posteriormente. Así no despilfarraremos ni un gota. Dejar que gotee el grifo Un grifo que gotea supone una pérdida de 50 a 100 litros de agua al día. Y una cisterna que no cierra correctamente representa un consumo extra de 250 litros diarios. Como ves, son gastos que sí importan y afectan a la factura del agua. Un truco para saber si existe una fuga de agua es anotar la cifra del contador antes de acostarse y realizar una lectura a la mañana siguiente. No tener en cuenta el cabezal de la ducha En una ducha de cinco minutos con un cabezal normal se consumen 100 litros de agua, mientras que con un cabezal equipado con reductor de caudal se gasta hasta un 40% menos. Algunas griferías modernas cuentan con un botón que ayuda a regular el consumo de agua. Además, al gastar menos agua se requiere menos energía para calentarla, con lo que el ahorro es doble. No controlar el riego en la terraza o jardín El sistema de riego por goteo es uno de los más eficientes. Sobre todo si se conectan a programadores para eliminar la necesidad de regar de forma regular. Otra forma de ahorrar en la terraza es optando por plantas de bajo consumo de agua como el olivo, el ciprés, el laurel o plantas aromáticas. Dejar el grifo totalmente orientado al agua caliente Muchas veces después de lavar los platos se deja el grifo en la posición que lo hemos usado, ya sea agua fría o caliente. Esto es un error, sobre todo si es de agua caliente.De este modo, cuando se abre el grifo en otra ocasión se comenzará a consumir de forma ineficiente agua caliente y se notará en el consumo del agua. Lavar la ropa a mano Si pensabas que lavar la ropa a mano te iba a ahorrar algunos euros en la factura del agua, estabas equivocada. Al contrario, lavar la ropa a mano o incluso fregar los platos es mucho menos eficiente. Gracias a los últimos modelos de lavadoras y lavavajillas, se ahorra mucha agua. Los modelos más nuevos a penas consumen 6 litros de agua. Usar agua caliente en la lavadora La diferencia entre usar agua caliente o no en la lavadora es muy grande y supone la mayor parte de consumo energético de un lavado. Así que intenta hacer los lavados con agua fría si los resultados son buenos y usa el agua caliente si no hay más remedio. Igualmente, cuando selecciones agua caliente es mucho más económico seleccionar 30º que 40º. Usar griferías en mal estado Si la grifería gotea hay un problema y se verá reflejado en el consumo de agua. Las pérdidas de agua se producen cuando la grifería no está bien regulada o en mal estado. Una grifería monomando ayuda a regular el agua e incluso la temperatura deseada. Para que te hagas una idea, puedes ahorrar entre un 6 y un 16% de agua. Abusar del lavavajillas El lavavajillas se debe usar con cabeza y de forma eficiente si no queremos consumir mucha agua. Intenta juntar los platos y cubiertos de varias comidas para poner menos veces el lavavajillas. También te recomendamos utilizar el modo 'Eco' o el programa más adecuado en función de la carga; sobre todo si no está lleno. Poner programas cortos en el lavavajillas Los programas cortos pueden necesitar más energía que los programas largos, ya que para hacer la limpieza en menos tiempo tienen que aplicar más energía y usar agua más caliente. Lo que hay que hacer es elegir en cada caso el programa más adecuado en función del tipo de carga. ¡Así ahorrarás luz y agua! Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .