Acostumbrados a comedores escolares y comidas de tupper y tartera, lo más probable es que, estos días que estamos pasando todo nuestro tiempo en casa, el lavavajillas esté a pleno rendimiento. Pero, ¿lo estás haciendo bien? ¿Sale toda la vajilla y cubertería perfectamente limpia? Si no es así, es que hay algo que estás haciendo mal. Sabemos que poner el lavavajillas no es física cuántica, pero también que hay varias cosas que puedes hacer para que lave bien.
Cómo poner el lavavajillas paso a paso
Si cuando sacas los platos del lavavajillas no salen relucientes y brillantes, no significa que sea necesario que compres un nuevo lavavajillas. Hay varios motivos que pueden hacer que tu vajilla no se limpie bien: desde el uso del jabón adecuado, un mantenimiento deficiente o una mala colocación de los utensilios. En cualquier caso, si sigues este paso a paso, conseguirás una mayor eficiencia al emplear el lavavajillas y que platos y cubertería salgan como nuevos.
- Paso 1. No enjuagues los platos. Tan solo con eliminar los restos de comida con un cubierto, espátula o servilleta de papel será suficiente. Según la OCU, “si los platos ya están (casi) limpios, las enzimas del jabón rendirán menos, sin contar con que ese prelavado supone un gasto de agua innecesario”.
- Paso 2. Coloca los platos en la bandeja inferior y mirando hacia el interior. Es uno de los errores más comunes. Según cuentan desde Balay, “el chorro de agua tiene que incidir especialmente en la zona donde servimos la comida, por eso, cuando coloques los platos fíjate que la cara del plato mire hacia el centro”. Y advierten: “No cometas el error de cargar tu lavavajillas colocando dos platos en la misma ranura”.
- Paso 3. Las fiambreras y recipientes de plástico están mejor en la bandeja superior, alejados lo más posible de la resistencia del electrodoméstico. Piensa que un calor excesivo podría dañarlos. Las tapas deben ir colocadas en vertical para un correcto lavado y los recipientes boca abajo para asegurarte de que no salen con agua.
- Paso 4. Los utensilios de grandes dimensiones, como fuentes o cazuelas, colócalas “inclinadas para que el agua pueda escurrirse”, aconsejan desde Bosch.
- Paso 5. Los cubiertos es uno de los elementos que más dudas genera. Y las recomendaciones para un correcto lavado son varias. Lo más importante es que haya hueco entre ellos. Bosch aconseja “meter los cuchillos en el cesto con el mango hacia arriba, los tenedores con el mango hacia abajo y las cucharas de ambas maneras”. En el caso de los cuchillos, ten cuidado porque el uso del lavavajillas puede hacer que la hoja se deteriore y el filo se desgaste –además de dañar el cesto–. Estos y los que tienen mango de madera es mejor lavarlos a mano. En el caso de que tu lavavajillas no tenga cesto, sino bandeja superior, mételos por tipo y así será más fácil cuando los guardes. Esta misma recomendación servirá para la cesta.
- Paso 6. Los cubiertos más largos que utilizamos para cocinar, como palas, espumaderas o cucharones deben ir en la bandeja superior. Si los colocas en la cesta podrían obstruir el brazo rociador del lavavajillas.
- Paso 7. Los vasos, copas y tazones van en la bandeja superior del lavavajillas y colocados boca abajo para que el agua llegue al interior y se lave bien.
- Paso 8. Comprueba los niveles de sal y abrillantador. La mayoría de aparatos te avisan cuando falta alguno de ellos y no escatimes en su uso, especialmente con la sal si es que vives en una zona con el agua muy dura. La sal “combate la cal del agua y evita que se estropee tanto la vajilla como los conductos internos del lavavajillas”, explican desde Bosch. En cuanto al abrillantador, no lo sustituyas por ningún otro producto ni obvies su uso aunque utilices un detergente ‘todo en 1’. “Normalmente vienen con una cantidad insuficiente para ofrecer resultados óptimos”, explican desde la OCU. Este producto, además de dejar la vajilla brillante, sirve también para acelerar el proceso de secado.
- Paso 9. Los lavavajillas tienen unas aspas que giran y por las que sale el agua. Comprueba que giren sin toparse con ningún utensilio.
- Paso 10. Coloca el detergente o la pastilla de lavado en el compartimento adecuado. No la eches sin más dentro del lavavajillas, ya que se deshará durante el prelavado y los platos, vasos y cubiertos no se lavarán bien.
- Paso 11. Cuando el lavavajillas termine, espera a que esté todo seco y frío para guardarlo, ya que “la vajilla caliente es más sensible a los golpes e impactos”, dicen en Bosch.
Otras cosas que debes hacer para que el lavavajillas lave bien
Además de seguir el paso a paso que te acabamos de detallar, para que el lavavajillas limpie correctamente hay varias cosas que puedes hacer para conseguir un lavado de 10.
- Coloca la vajilla más sucia en la bandeja inferior, ya que es donde el chorro de agua llegará con mayor potencia.
- Pon el lavavajillas con la carga completa. Así conseguirás un ahorro en agua y energía.
- Utiliza la dosis adecuada de detergente. Lo ideal es seguir las recomendaciones de cada fabricante. Si echas poco, no se eliminará toda la suciedad; pero también si te pasas pueden quedar restos de jabón. Además del gasto innecesario que supone.
- Limpia los filtros. Al menos una vez a la semana. Y lo mismo con el dosificador del detergente. Si la vajilla sale sucia, será lo primero que debes comprobar. Al acumularse la suciedad, el lavado no se realiza bien y supone un exceso en el uso de energía.
- Las aspas también se limpian. Sácalas –depende del aparato, pero la mayoría se desenroscan o con un simple tirón salen con facilidad– y limpia bien las ranuras. Hazlo un par de veces al año.
El lavavajillas ahorra
Si estás pensando que fregar los platos y cubiertos sale más económico que poner el lavavajillas, estás equivocado. Según un estudio del Canal Isabel II, el consumo de agua se reduce considerablemente al utilizar el lavavajillas en vez de fregar a mano. Según sus datos, una vivienda tipo en Madrid consume una media de 88,8 litros de agua al día al fregar los cacharros. En cambio, se reduce a 54,2 litros cuando se utiliza el lavavajillas. Esto supone una reducción del consumo de agua del 15,9% o lo que es lo mismo 34,6 litros. En términos de energía, el estudio también confirmó que el uso del lavavajillas supone un ahorro de 1.06 kWh al día –debido a la reducción del uso de agua caliente empleada–, por lo que el ahorro anual también será significativo.