No hay nada como ponerte una camisa limpia, recién planchada, para sentirte preparada para afrontar la jornada. Pero para poder disfrutar de esa sensación de limpieza y elegancia es necesario aprender a plancharlas sin que queden rayas o marcas. Además, bien planchaditas multiplicarán la sensación de orden en el armario. Te ayudamos a lograrlo.
Antes de empezar a planchar la camisa...
- Asegúrate de que la plancha esté limpia para no manchar la camisa al plancharla. Limpia la base con un paño húmedo cuando esté fría y comprueba si tiene agua: usa destilada o especial para plancha si vives en una zona con agua “dura” o con mucha cal.
- Olvídate de planchar sobre la cama o una toalla. Usa un tabla de planchar: su superficie firme está diseñada para facilitar la tarea y que no queden marcas. Además, están envueltas en un material ignífugo y transpirable que permite que el vapor pueda escapar por debajo de la prenda al planchar. Aquí te explicamos cómo elegir el mejor centro de planchado.
- Lee la etiqueta de la camisa para no dañar el tejido al plancharlo. Busca el símbolo de la plancha y fíjate si está tachado o aparece con uno, dos o tres puntos para ajustar la temperatura al material:
- Un punto: temperatura entre 70 y 120 ºC, adecuada para materiales sintéticos como acetato, elastano, poliamida o polipropileno.
- Dos puntos: temperatura media, entre 100 y 160 ºC, para planchar cuero, poliéster, seda, viscosa o lana.
- Tres puntos: temperatura alta, entre 140 y 210 º C, para materiales naturales resistentes, como el algodón y el lino.
- Ten a mano un pulverizador con agua. La ropa húmeda es más fácil y rápida de planchar. También puedes usar agua de planchado perfumada para dar un toque aromático al resultado o almidón para que se mantenga sin arrugas durante más tiempo. Este truco lo puedes usar también para planchar pantalones o cualquier otra prenda.
Cómo planchar una camisa paso a paso
Las especialistas de The Home Academy, la primera Escuela Especializada en Organización y Disfrute del Hogar, nos explican cómo planchar una camisa paso a paso.
- CUELLO: Desabrocha los botones del cuello y plancha primero el lado interior y luego el exterior, presionando la plancha de lado a lado hasta que la superficie quede bien estirada. Presta atención para no pasar la plancha por encima de los botones: podrías estropearlos o dejar marcas en la camisa.
- CANESÚ: Continúa con el canesú (la parte trasera y superior de la camisa). Coloca la camisa en la tabla, primero con los botones hacia ti, y ve deslizando la plancha sobre la zona estirada, rotando la prenda para que quede bien extendida y puedas eliminar las arrugas.
- PUÑOS: Ahora pasa a los puños y sigue el mismo procedimiento que para el cuello, con cuidado de no planchar los botones.
- MANGAS: Para planchar las mangas sin que queden rayas, extiéndela sobre la tabla, pasa las manos sobre ellas para estirarlas y desliza la plancha, desde los puños hacia los hombros, sin pasar por los bordes para que no queden marcas.
- ESPALDA DE LA CAMISA: A continuación, plancha el resto de la espalda de la camisa (excepto el canesú, que ya has planchado), aprovechando la forma redondeada de la tabla para encajarla. Si la camisa tiene pinzas en la espalda, extiende la zona con los dedos para que el planchado no quede irregular.
- PECHERAS: Por último, plancha las dos pecheras o zonas delanteras de la camisa aprovechando la forma redondeada de uno de los extremos de la tabla para encajarla. Comprueba la zona de los ojales y el bolsillo, si lo tiene, para que no queden arrugas. Puedes planchar del revés esta área para no dañar los botones o colocar un dedal para protegerlos a medida que te acercas a ellos.
- ¡AL ARMARIO! Cuando acabes el trabajo, espera unos minutos antes de guardar las camisas en el armario para que no se arruguen con el calor de la plancha. Recuerda que no debes colgar más de una camisa en la misma percha para no arrugarlas y que debes guardar un espacio de 2 cm entre perchas para mantenerlas impecables. Haz lo mismo si vas a doblar las camisas.
Y si no quieres planchar las camisas...
- Una de las claves para minimizar la necesidad de plancha es prestar atención al lavado: no llenes mucho la lavadora, agrupa la colada por tipo de prendas (separa las sábanas y toallas: pesan más y tienden a enrollarse con el resto de ropa y arrugarla) y utiliza un programa corto de centrifugado.
- Tiende justo después de lavar para que la ropa se arrugue menos. Procura que sea en un lugar aireado, a la sombra, y sacude las prendas antes para que queden bien estiradas.
- Cuelga las camisas boca abajo, con las pinzas a la altura de la costura para que no queden marcas o en una percha con el primer botón cerrado para que no se deformen.
- Recoge la ropa tendida apenas se haya secado. Es más sencillo plancharla si está ligeramente húmeda.
- Si usas una secadora, deja un 20% de espacio libre para no arrugar la ropa y agrupa las prendas por peso. Si metes las camisas con las toallas, saldrán muy arrugadas.
Por si quieres ampliar la información, aquí tienes un video de Interdomicilio en el que se explica cómo planchar una camisa paso a paso.