Cómo limpiar el armario paso a paso

Plan de limpieza del armario a fondo

Una vez al mes conviene limpiar el armario de arriba abajo. Y el primer paso es vaciarlo del todo. Quita el polvo. Retíralo con un paño suave o con una toallita atrapapolvo. Si el armario hace mucho tiempo que no se usa puedes ayudarte de un aspirador.

Limpia las puertas. Debes hacerlo tanto por dentro como por fuera. Si son correderas, después de limpiarlas, haz lo mismo con las guías para que no se acumule la suciedad en ellas. Sírvete del aspirador, con la boquilla estrecha para aspirar el polvo. Si no puedes, usa una brocha para "barrer" la suciedad y poder aspirarla.

Guarda la ropa. Hazlo con orden y te será más fácil limpiar el armario la próxima vez. Un consejo: apila la ropa en grupos pequeños para que puedas sacar lo que necesitas fácilmente. Estos 50 trucos para organizar el armario te ayudarán.

Guerra a la humedad

Abre los armarios para que se ventilen al menos durante 10 minutos una vez a la semana. En armarios cerrados pueden aparecer hongos, manchas y carcoma.

Para absorber la humedad usa un producto específico que elimine el exceso, o bien mete en el interior un bol con sal gorda, arroz o carbón vegetal.

Guarda la ropa bien seca, porque si metes las prendas algo húmedas pueden favorecer la aparición de hongos y malos olores en el armario.

Para que tu armario huela bien

Pon bolsitas de tela con hierbas secas (romero, lavanda, azahar, etc.) o bolsas de té o infusiones aromáticas y tus armarios olerán genial.

Con tu perfume favorito. Un truco fácil y barato es guardar en el armario los botes abiertos y gastados de tu perfume. Otra opción es impregnar de suavizante algodones. Guárdalos en bolsitas de tela en baldas y cajones.

Aromatiza con cítricos. Es una opción casera y muy eficaz. Corta una naranja, un limón o un pomelo por la mitad e introduce clavos de olor. Deja que se deshidraten ya puedes ponerlos en bolsitas dentro del armario.

Mantén los interiores del armario sin pelusas

Si tu armario es de madera. Al ser un material natural, conviene limpiarla con productos que no la dañen como jabón neutro. Comprueba que el paño esté bien humedecido y repasa los estantes e interiores. Es importante después secarlo bien, porque la humedad podría acabar dañando la madera.

Otra opción es usar un producto específico. No solo limpiará la madera, sino que, además, la nutrirá y evitará que se reseque. Pon un tapón por litro de agua y aplica con un trapo escurrido. No es necesario, después, aclarar.

Si tu armario es de melamina. Evita usar ceras o aerosoles, ya que el armario quedará engrasado. Limpiar con agua jabonosa es la mejor opción. Basta con pasar un trapo humedecido en algún líquido jabonoso poco agresivo. También funcionan muy bien los limpiacristales o los antigrasa, ya que evitan que la melamina pierda brillo o color.

Sin rastro de humedad. Procura escurrir bien el trapo para que no se mojen mucho las esquinas, uniones y juntas; si se humedecen demasiado el aglomerado podría terminar abombándose.

Recupera el color y el brillo de tu armario

Plantéate poner burletes en las puertas: evitarás que el polvo se cuele dentro del armario y te durará limpio mucho más tiempo.

Mantener limpias las puertas lacadas o pintadas es muy fácil. Tan solo tienes que pasar una bayeta mojada en agua y jabón neutro, eso sí, que esté bien escurrida. Evita usar estropajos porque son abrasivos y terminarán por rayar las superficies lacadas. Mejor utiliza solo bayetas y paños suaves.

¿Y si la laca ha amarilleado? Es habitual que la laca blanca, con el paso del tiempo, se ponga amarilla. Para devolverle su color original pásale un paño humedecido en agua oxigenada.

Si tu armario tiene puertas de espejo. Dan amplitud, pero son más difíciles de cuidar porque al abrir y cerrar el armario suelen quedar las huellas marcadas. Si quieres tenerlas impecables, límpialas a diario con un producto específico para cristales, secándolas bien con una gamuza que no suelte pelo. Un truco: usa papel de periódico, previamente arrugado. Aquí tienes más consejos para limpiar tus espejos.

Errores que debes evitar

• Limpiarlos con vinagre. Es un ácido que puede dañar los barnices y lacas de la madera.
• Un exceso de ropa. Conviene no apretujar la ropa hacia atrás del armario, ya que podría despegarse la trasera.
• Forzar las puertas. Al hacer presión para cerrarlas, al final, las bisagras pueden descolgarse. ¿Ya te ha pasado? Aprieta los tornillos o cámbialos por otros más gruesos si los agujeros han ensanchado.
• Baldas combadas. Puede ser que el exceso de peso haya combado ligeramente alguna balda. Un buen truco es darle la vuelta y con el tiempo se enderezará sola.