El cuidado del cabello en casa es esencial para mantener ese brillo que consigues en la peluquería. Para ello, elegir buenos productos y, sobre todo, que se ajusten a tus necesidades es esencial, porque si no es así, no obtendrás los resultados esperados (y con razón). Uno de los productos que más usamos las mujeres son las mascarillas para el pelo que, si funcionan, te lo dejan suave e hidratado. Pero, ¿qué debes tener en cuenta para que una mascarilla funcione?
Un factor determinante es cuándo te la aplicas y cómo. Y en eso, muchas fallan. Suele creerse que aplicarse la mascarilla antes del lavado y dejarla un tiempo prolongado (incluso toda una noche) es lo mejor, ya que la dejas actuando para que te regenere el cabello. Pero no es lo correcto, y te voy a contar por qué.
Qué problema tengo y qué mascarilla necesito
Antes, pero, es importante que elijas la mascarilla que le va mejor a tu cabello. Para ello, es necesario que sepas reconocer qué es lo que te preocupa, qué quieres mejorar de tu melena. Teniendo en cuenta este punto, puedes necesitar alguno de estos tipos de mascarilla:
- Si notas que necesitas hidratación, debes aplicar una mascarilla nutritiva
- Si ves que tu pelo se rompe en exceso, tu mascarilla ideal es la fortalecedora
- Si tu pelo está estropeado y castigado, tu elección debe ser una mascarilla reparadora
- Si notas que tu pelo es quebradizo, usa una mascarilla reparadora y revitalizante
- Si quieres darle volumen a tu cabello, busca una mascarilla voluminizadora
- Si tienes el cabello fino y quieres que se vea más cantidad, usa una redensificante
Es esencial aplicarse correctamente la mascarilla del pelo para que haga su efecto.
Mascarilla según el tipo de cabello
Debes tener en cuenta también el tipo de cabello que tienes, este factor te ayudará a determinar mucho mejor qué mascarilla de pelo es la ideal para ti.
Mascarilla para pelo seco: el pelo seco suele ser quebradizo y tener un tacto pajizo. En estos casos debes apostar por mascarillas hidratantes y nutritivas, ya que le devolverán la suavidad y la flexibilidad.
Mascarilla para pelo graso: si tienes el pelo graso ten cuidado, porque el uso de ciertas mascarillas puede ser contraproducente. Olvídate de las que son muy nutritivas o ricas en aceites. Busca una que esté hecha de ingredientes refrescantes. Y, sobre todo, aplícatelas de medios a puntas, sin tocar la raíz, que es la zona que más tiende a engrasarse.
Mascarilla para pelo teñido: el pelo teñido necesita mascarillas específicas para prolongar el color porque ayudan a sellar bien la cutícula y evitar que se pierda el color.
Mascarilla para pelo rizado: dominar un pelo rizado es una de las cuentas pendientes de muchas de vosotras, por eso, en estos casos, lo que queréis es que esos rizos luzcan cargados de movimiento y que se vean definidos. Para lograrlo, apuesta por mascarillas a base de mantecas e ingredientes muy untuosos.
El error que cometes al usar la mascarilla de pelo
Como te he dicho un poco más arriba, la gente suele pensar que cuanto más tiempo tengas aplicada la mascarilla mejor. Y esta afirmación es cierta, pero con matices. El problema está en si te estás aplicando la mascarilla con el cabello seco, porque en ese caso, ese sería el gran error. ¿Por qué? Pues porque el único producto que hace que se abra la cutícula durante el lavado es el champú y, para que la mascarilla realice el efecto esperado en el pelo, es necesario que las cutículas estén abiertas y dejen penetrar el producto para que actúe. Pasa exactamente lo mismo con el acondicionador.
Si te aplicas la mascarilla en el pelo seco, horas antes e incluso la noche anterior a lavarte el cabello, lo que pasará es que el producto se quedará en la superficie y no penetrará en la cutícula, por lo que solo te dará una falsa sensación de suavidad que no te durará más de un lavado. Para que una mascarilla sea efectiva debe penetrar en el interior de la fibra para que el cabello absorba todos sus beneficios, y eso solo se consigue durante el lavado, tras el champú.
El truco de experta
Si quieres sacar el máximo partido de la mascarilla, debes dejarla que actúe el tiempo necesario, aclarar con abundante agua y, a continuación, aplícate acondicionador. De esta manera, lograrás sellar mejor el cabello y conseguirás que las propiedades de la mascarilla se mantengan durante más tiempo dentro del cabello. Lo que es lo mismo, alargará el efecto del tratamiento.
Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en El Mueble, suscríbete a nuestra newsletter.