El agua de arroz es un brebaje originario de los países asiáticos. Desde un principio, se sirvió para usos culinarios por ser una gran fuente de nutrientes, como la proporción de las vitaminas B1, B2 y B3. Por otro lado, destaca por tener numerosas propiedades medicinales, por ejemplo, la protección del organismo contra la deshidratación y su actuación como antioxidante.
Con el paso del tiempo, se ha descubierto una función que ha marcado un antes y después en el agua con arroz, y es que tiene múltiples beneficios para la cara y la piel. Tiene diversos factores positivos que contribuyen a que nuestro cutis luzca más sano, terso y con mucha luminosidad. Es capaz de combatir ciertas imperfecciones y prevenir el rostro de agentes externos muy perjudiciales.
Te enseñamos las propiedades más destacadas para mejorar el aspecto de nuestro cutis y cómo hacer que funcionen a la perfección. Su resultado es casi inmediato y con tan solo 2 ingredientes. cuando lo descubras, no utilizarás otro remedio de belleza. ¡Mira, mira!
¿Para qué sirve el agua de arroz? tE contamos TODOS SUS BENEFICIOS
Numerosos expertos nos cuentan cuáles son los factores más destacados del agua de arroz para la cara. Cada uno tiene diversas opiniones sobre el tema, pero la mayoría de ellos, coinciden en las funciones más importantes. En la página web especializada, Medical News Today, revisado médicamente por Reema Patel, y otros portales del sector; nos desvelan todas sus actuaciones en nuestro cutis.
- Combate la irritación: para aquellas personas que sufren de rojeces o irritaciones molestas, el agua de arroz permite reducirles e irlas eliminando paulatinamente.
- Aporta una gran hidratación: mantiene el cutis saludable gracias a su gran cantidad de nutrientes. Tiene la capacidad de absorberlos con rapidez y hacer que la piel gane brillo.
- Acaba con los factores perjudiciales: este tipo de agua es perfecta para limpiar la piel y, así, eliminar los residuos o los pequeños agentes negativos que obstaculizan que nuestro cutis tenga su mayor esplendor. Por otro lado, si se aplica con cierta regularidad, se bloquean las inflamaciones.
- Elimina los radicales libres: una de sus funciones más destacadas es que es antioxidante, así que estado físico de nuestra cara mejora de forma muy significativa.
- Reduce las imperfecciones: el agua de arroz puede ayudar a aquellas personas con pieles sensibles, grasas, secas... y, sobre todo, a paliar los efectos de los que tienen algunos granitos estéticamente muy molestos. Además, también protege el rostro de la aparición de estos y de otro tipo de incorrecciones.
- Previene los signos del envejecimiento: una de las cosas que más nos incordian en nuestra cara son las arrugas y esas manchitas relacionadas con la edad. Con el empleo de este líquido, se protege la piel de un deterioro del cutis acelerado y de la aparición de líneas de expresión muy llamativas.
¿Cómo se hace el agua de arroz?
La receta se puede llevar a cabo con tan solo 2 ingredientes: 1 taza de arroz y 2 tazas de agua. Después, con unos pasos muy sencillos, se consigue un gran resultado:
- Pon el arroz en un recipiente y límpialo con agua fría para eliminar cualquier rastro de residuos.
- Coge un envase grande y pon el arroz y las dos tazas de agua.
- Deja el arroz en remojo durante media hora.
- Una vez transcurrido este tiempo, remueve la mezcla para que se consolide mejor.
- Coge otra vez el coladero y vierte la fusión entera. Procura que los trozos de arroz sólido con se incluyan en el brebaje.
- Siguiendo estos pasos, habrás conseguido tu objetivo. Para mantenerlo, guárdalo en un bote de cristal en la nevera.
¿Cómo utilizar el agua de arroz?
La aplicación del agua de arroz sobre el rostro no tiene mucha complejidad. No obstante, requiere que se haga de forma correcta para que el resultado sea el esperado. Antes de aplicarla en la cara, hay que asegurarse que el cutis esté libre de pequeños residuos, como los restos de cosméticos.
Cogemos un poco de algodón y lo mojamos en la mezcla. Empezamos por aplicarlo en la cara de forma suave y con movimientos no muy abruptos. Repasa cada zona en una o dos ocasiones, como máximo, para que se limpie bien a fondo el rostro y se elimine por completo aquellos agentes que nos aportan imperfecciones.
Finalmente, deja que actúe durante unos 10-15 minutos (dependiendo de las necesidades de cada cutis) y aclara con agua tibia. A la hora de secar, ten cautela de no hacerlo bruscamente para no reavivar las irritaciones.