En una época en lo que todo parecería estar pensado para hacer de a dos, ser uno solo puede resultar -a veces- un poco incómodo. Si bien disfruto de hacer actividades por mi cuenta, no le encuentro sentido a ir a cenar sola. No me gusta, tampoco ir a ver una película sin acompañante. Sí, nací para hacer cosas de a dos. Hace unos años, decidí adoptar a mi perra "Pepa" y desde que llegó a casa me preocupaba el hecho de que se sintiera sola, sin un par. Por suerte al poco tiempo llegó "Brooklyn" y la vida de a dos (o de a tres para mí) pasó a ser más divertida.
Tardes tomando sol en el pasto, paseos en el parque y juegos en el "pipican", un sin fin de actividades que mis Boston Terriers disfrutan de hacer a la par. Sin embargo, me es inevitable pensar si mi perrita extraña la vida en solitario, donde era la ama y señora del sofá.
Boston Terrier interactuando.
Beneficios de que mi perro tenga amigos
“Hay mucha variación en lo que los perros pueden necesitar. No todos los perros domésticos están necesariamente mejor o son más felices con otros perros”, sostiene el profesor asociado de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Estatal de Arizona, Noah Snyder-Mackler.
Aunque un estudio publicado recientemente por el mencionado profesional, revela que la compañía de otros pares o de humanos tiene un impacto positivo en la salud y la esperanza de vida de un perro.
Boston Terriers jugando.
El estudio, que fue publicado en la revista Evolution, Medicine, and Public Health, se centró en las vivencias y experiencias de más de 21.000 dueños de canes que dieron detalles sobre el día a día con su mascota.
Fue entonces que los investigadores asociaron el bienestar de los animales a cinco factores claves: estabilidad del vecindario, ingresos totales del hogar, tiempo social con adultos y niños, tiempo social con animales y edad de los padres de las mascotas.
Los resultados arrojaron que la compañía social de humanos, adultos y otros perros tenía el mayor impacto positivo en la salud de los perros a medida que envejecían: “Los perros son animales sociales. Es algo debilitante, y no bueno para su salud y bienestar, no tener compañeros sociales cercanos”, dice el profesor Snyder-Mackler.
Sin embargo, según el profesional, esto no significa que es necesario adoptar un segundo perro por el solo hecho de alargarle la vida a un animal o mejorarle su calidad de vida. Aunque, en mi caso, tengo que decir que desde que mi segundo perro llegó a casa, mi "hija más viejita" fue mucho más feliz y hasta sus comportamientos comenzaron a ser los de una perrita mucho más joven. Claro, se puso más enérgica y comenzó a participar más activamente de juegos a los que no estaba habituada.
El mismo estudio remarca que los humanos podemos ser buena compañía para los canes, incluso en casos específicos, puede ser mucho más positivo que introducir al hogar otro perro. Es decir, no todos los perros disfrutan de la compañía de sus congéneres, por lo que habrá que tener en cuenta las particularidades de cada animal.
Boston terrier mimada.
¿Cómo saber si mi perro quiere compañía?
“Cuando falta algo en la rutina de un perro, vemos que se manifiesta en forma de ‘mal comportamiento’ o respuestas relacionadas con la ansiedad”, asegurába Zachary Silver, profesor adjunto de psicología en el Occidental College, donde está desarrollando un laboratorio de cognición canina.
“Y no siempre es obvio cuál puede ser su origen”. Según Silver la alteración en el comportamiento del perro puede deberse a la falta de "amigos" o compañía social, y lo compara con la ausencia de ejercicio.
Boston Terrier con amigos.
Al igual que Snyder-Mackler, Silver señala que es positivo pasar tiempo de calidad y a solas con nuestras mascotas, pero bajo ningún punto suplirá el tiempo compartido con sus pares. Es decir, hay juegos y dinámicas que solo se pueden dar entre perros y que nosotros como dueños no podemos satisfacer.
Qué hacer si mi perro necesita compañía de otro perro
No es necesario comprarse un pisazo para poder sumar otro perro en casa. Bastará con quedarnos con "nuestro hijo único" y asegurarnos de llevarlo a parques caninos para que interactúe con otros. Sin embargo, estas prácticas no siempre garantizan la seguridad de nuestro animal, por lo que Silver aconseja coordinar "citas de juego seguras y controladas con un amigo o un miembro de la familia"
“Hay muchas formas de proporcionar al perro las experiencias que necesita para ser feliz. Y para algunas personas, eso puede existir fuera del ámbito de las interacciones directas con otros animales”, sostiene Silver respecto al hecho de no poder coordinar citas con otros perros.
Perros jugando en el parque.
Entre sus recomendaciones, dice que es muy positivo irnos de excursión con otros perros, dar largos paseos o simplemente jugar con nuestras mascotas en diferentes momentos del día. El secreto está en que este tipo de acciones las hagamos cada día y no una vez cada tanto.
Boston terrier disfrutando de la compañía de su dueña.
En el caso de mi perra Pepa, creo que ha sido sumamente positivo el hecho de sumar a Brooklyn a la familia. Considero que esto ha sido un éxito porque su raza (Boston Terrier) es muy carismática y sociable.
Pero el secreto verdadero reside en poder aportarle tiempo de calidad a los dos. Después de todo, son las vivencias las que nos llevamos. Y tanto ellos como yo agradecernos el hecho de tenernos de compañía. A estas alturas, no hay dudas de que me han cambiado (y mejorado) la vida...