Si acabas de adoptar un perro cachorro, si tu perro padece ansiedad por separación o si, simplemente, no hace todo el ejercicio que necesita en el día a día, es muy probable que tu sofá y otros muebles sufran las consecuencias. Y es que, aunque morder es un acto normal en según qué circunstancias, debes saber que cuando tu perro muerde el sofá u otros muebles de la casa es porque existe un problema de fondo que hay que atajar.
- Los perros cachorros pueden morder el sofá por el dolor que les ocasiona el nacimiento de los dientes, pero también pueden hacerlo como un acto de reconocimiento o exploración que se debe reconducir para evitar que se convierta en costumbre.
- Lo mismo puede ocurrir con un perro adulto que no ha sido bien adiestrado.
- En el caso de los perros estresados, los que pasan mucho tiempo solos y los que no descargan toda su energía, morder el sofá y otros muebles es un acto que les ayuda a liberar toda esa carga de estrés. Entonces, ¿qué puedes hacer para evitar esta conducta?
Trucos para evitar que tu perro muerda el sofá y otros muebles
El primer punto para conseguir que tu perro deje de mordisquear lo que no debe, es ser consciente de cuál es la situación. ¿Pasas muchas horas fuera de casa?, ¿es un perro que no tolera la soledad?, ¿tiene una personalidad muy activa y enérgica?, ¿aún es cachorro? En función del problema, tendrás que actuar de un modo u otro.
Los cachorros requieren tiempo y dedicación
Cuando adoptas un perro cachorro, has de ser consciente de que es como un bebé al que tendrás que guiar en el día a día. En esta primera fase de su vida, el perro se dedicará a explorar su alrededor, pero también sufrirá cuando sus dientes comiencen a nacer, por lo que es fundamental que mantengas lejos de su alcance elementos como los cables.
Por otro lado, es importante que el cachorro se encuentre en un espacio protegido con todas sus cosas (cama, comedero, bebedero, juguetes...), y que cuando te vayas a trabajar, no lo dejes a sus anchas por casa. Solo así lograrás que no muerda el sofá y otros muebles. Al acostumbrarse al estar en su espacio, tendrá claro cuáles son sus límites.
Un perro cachorro tumbado en su camita.
Que no le falten los juguetes
En cualquier hogar donde haya uno o varios perros, no deben faltar los juguetes. Este punto es crucial si quieres evitar que tu perro muerda el sofá. Al tener los juguetes a su disposición, estará entretenido y no sentirá la necesidad de descargar su energía mordisqueando los muebles, pero no todos los juguetes para perros son iguales.
- El Kong es el juguete por excelencia que hará que tu perro no se acerque al sofá y al resto de muebles para morderlos. Seguro que te suena, nos referimos a ese juguete mordedor que cuenta con un espacio hueco en su interior para introducir comida y todo tipo de premios. Su éxito radica en que, mientras los peros están entretenidos mordiendo el juguete, al mismo tiempo están usando la lengua para sacar la comida. Nuestro consejo es que introduzcas comida húmeda, pollo (sin huesos) o pavo.
- Las mantas olfativas son otros juguetes ideales para conseguir que los perros no muerdan los muebles. Lo único que tienes que hacer es esconder premios por la manta y listo. ¡Te aseguramos que esta actividad es de las que más cansan a los perros!
La importancia de los paseos y la actividad diaria
Como te decíamos al principio, si tu perro no tiene la actividad que necesita en su día a día, es muy probable que tienda a descargar su energía con actos destructivos como morder el sofá y otros muebles. Por ello, no olvides sacarlo a pasear varias veces cada día (no solo a hacer sus necesidades), pero recuerda que cada raza tiene sus propias necesidades en cuanto a ejercicio, ¡no es lo mismo un bulldog inglés que un galgo!
¿Y si utilizo repelentes naturales?
Esta opción tiene sus pros y sus contras. Por un lado, utilizar productos como el limón o la pimienta roja (diluidos en agua), harán que tu perro no se acerque al sofá o al mueble en cuestión, pero cuando el aroma vaya desapareciendo, es posible que vuelva 'al ataque'.
En su lugar, lo mejor es que recurras a los otros métodos que te hemos explicado, son los más duraderos y los que realmente marcarán la diferencia en el comportamiento de tu mascota. Sabemos que implican más tiempo y dedicación, pero a la larga, será lo mejor para tu compañero peludo y para ti. Ya conoces el dicho, ¡Roma no se hizo en un día!
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