Si quieres ser un consumidor verde pero estos 25 tips te parecen demasiados para empezar, te proponemos que comiences por el consejo número 7. Si lo recuerdas (o lo acabas de releer) verás que son las clásicas 3 erres multiplicadas y convertidas en 7 erres que contribuyen a cuidar el medio ambiente y, de paso, ahorran dinero. Es más sencillo de lo que crees

R de Reflexiona

Si quieres ser un consumidor eco debes ser más reflexivo y crítico. Contar hasta 10 cuando el impulso consumista te domine y plantearte, primero, si realmente necesitas ese objeto y, luego, si se trata de un bien comprometido con el medio ambiente. Caminar, ir en bicicleta, optar por energías renovables, consumir alimentos de temporada o vestir ropa realizadas con fibras naturales son otros pequeños granitos de arena que puedes adoptar.

R de Rechazar

De entrada, los productos tóxicos, no biodegradables o no reciclables esos ya no deberían entrar en tu casa. Para reconocerlos en las etiquetas suele haber toda la información para que identifiques los componentes más nocivos, como los derivado del petróleo.
Puedes sustituirlos por productos con sellos ecolóficos, como el FSC que acredita la procedencia de la madera o el MSC relativo a recursos pesqueros que no sobreexplotan los caladeros. Los productos de comercio justo también tienen todas las garantías.

R de Reutilizar

Alargar la vida útil de los objetos favorece el ahorro doméstico a la vez que disminuye el impacto sobre el medio ambiente. Por eso cualquier producto que tenga la etiqueta de usar y tirar es todo lo contrario de lo que propugna el consumo responsable y ecológica. Búscale siempre nuevos usos.

¿Maneras sencillas de reutilizar? Hay muchos pequeños gestos que cuentan. Usar bolsas de tela en lugar de bolsas de plástico, pilas recargables, imprimir papeles por ambas caras o donar los libros y cds que ya no queremos. Todo lo que sea para alargar la vida útil de los objetos.

R de Reciclar

Separar los residuos de manera adecuada es una acción con muchos beneficios para el medio ambiente. El primer paso es encontrar un sistema para hacer la separación en casa de cristal, papel, plástico y orgánico. Y, el segundo, hacerlo sin errores quitando las grapas de los papeles, por ejemplo, o no tirando bombillas o espejo en el contenedor donde va el cristal.
Después hay otros elementos, como pilas, aceite y desechos de aparatos, por ejemplo, que es mejor llevar al punto verde para su correcto reciclaje. Las basuras recicladas no acaban en los vertederos sino que se aprovechan como nuevas materias primas lo que reduce el consumo de energía. Por ejemplo, al reciclar una lata de aluminio se ahorra una cantidad de energía similar a la que consume un televisor durante tres horas.

R de Redistribuir

Si todas las personas del mundo vivieran como un ciudadano medio de EE.UU se necesitarían más de 4,5 planetas tierra, por eso es necesario controlar la huella ecológica, sobre todo en lo países ricos. La de España también es abultada, serían necesarios 3 planetas tierra para ella.
De ahí que sea tan importante bajar el ritmo de consumo y redistribuirlo de manera equitativa para que no haya tantas diferencias entre primer y tercer mundo. Los productos basados en principios de comercio justo y con menos huella ecológica pueden ayudar a rebajar estas diferencias.

R de Reclamar

¿El qué? ¿A quién? Pues a las instituciones más medidas para cuidar el medio ambiente; más infraestructuras para reciclar; pedir un mayor apoyo a la producción ecológica y a las energías renovables... Hay que ser parte activa de todos los cambios de consumo que afectan a nuestra vida cuotidiana y al planeta.
Después de todo como ciudadanos (y consumidores) nuestras decisiones son capaces de cambiar las tendencias del mercado. Y un consumo responsable es el primer paso para conseguirlo.

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