Si eres de esos a quienes no les gusta limpiar el baño y siempre encuentra algún pretexto para dejarlo, esta guía puede ser tu salvación. Con 5 minutos al día (o cada dos) será suficiente para mantenerlo limpio durante más tiempo e ir posponiendo la limpieza general (aunque sin abusar, ¿eh?). Con estos consejos, trucos y rutinas podrás hacer la limpieza general del baño cada 15 días y te llevará mucho menos tiempo. ¡Todo son ventajas! Así que, ponte los guantes de limpiar, y ¡manos a la obra!
1. Prepara lo que vas a necesitar (y olvida las distracciones)
Para ser más efectivo en la limpieza el baño, prepara los productos de limpieza que vas a utilizar, así como los utensilios. Necesitas: una esponja, dos bayetas, el limpiador del wc y otro para los sanitarios.
Un consejo: evita tener el móvil cerca para no distraerte, pon un poco de música y dedica 5 minutos (sí solo 5 minutos) a esta tarea. No es difícil si te lo propones.
2. Primera parada: el inodoro
Echa un chorrito de limpiador en el inodoro y dale con la escobilla. Déjalo actuar mientras te dedicas al resto del sanitario. Después, con una bayeta con limpiador, realiza una pasada por todas las superficies: las tapas (por debajo y por arriba), el tanque y la base. Si quieres limpiar el inodoro con más detenimiento, tenemos varios trucos que te ayudarán.
No te dejes el tirador. Según el organismo internacional Higyene Council, es un gran nido de bacterias. Límpialo bien y baja (siempre) la tapa al tirar de la cadena porque el vapor que produce esparce bacterias intestinales por el aire.
3. La bañera o la ducha, segunda cita
Restos de jabón, pelos, piel muerta... no suena nada bien, ¿verdad? Es un gran santurario para el crecimiento de bacterias y hongos. Lo ideal es desinfectar plato, mampara y revestimientos tras cada uso o bien asegurar una perfecta ventilación del espacio.
Para esta limpieza rápida, echa un poco de limpiador para baños en la esponja y pasa la bañera o la ducha. Si haces esto con frecuencia, no debería de haber demasiada suciedad incrustada y será rápido. No intentes dejarlo como los chorros del oro, para eso está la limpieza general.
En cuanto a la mampara, lo ideal es que, cada vez que te duches, pases con un paño un poco su superficie para quitar los restos de agua. Así evitas que se acumule el sarro y la cal. En cualquier caso, si quieres limpiarla con más esmero, mira este vídeo de nuestra experta en limpieza.
4. Limpia el lavabo y el bidé
Siguiendo la misma dinámica que con la bañera, pasa los sanitarios que quedan. Moja la bayeta y echa un poco de limpiador de baños. Pasa todas las superficies con rapidez. No hace falta que te dediques a quitar los objetos que tengas por encima. De hecho, lo ideal es que mantengas a diario el baño ordenado y sin demasiadas cosas de por medio. La limpieza será mucho más rápida y sencilla.
5. Limpia los espejos
Tampoco hace falta que te esmeres mucho ni que lo hagas siempre en esta rutina de limpieza del baño en 5 minutos. Este paso solo lo harás si el espejo tiene salpicaduras o manchas. Coge otra bayeta e imprégnala con un poco de vinagre de limpieza y limpia el espejo. Aunque huela un poco a vinagre, al cabo de unos minutos desaparecerá, no te preocupes.
6. Aclara todo
Humedece la segunda bayeta y pasa todos los sanitarios. Primero el inodoro, después la bañera o la ducha y en tercer lugar el lavamanos y el bidé. Vete aclarándola para quitar los restos de jabón que has ido eliminando. Aprovecha este paso para tirar de la cadena, sacar la escobilla y dejarla en su sitio.
7. Barre el suelo
Si tienes un robot aspirador, deja que sea él el que dé una pasada rápida al suelo del baño. Si no tienes, usa la escoba.
8. Aromatiza tu baño
Es el toque definitivo para que la sensación de limpio sea mayor. Hay varios remedios caseros que puedes usar para hacer que tu baño huela bien.
- Si te van los cítricos, corta unas rodajas de limón, consigue unas hojas de una hierba aromática (tomillo, romero...), unas ramitas de pino o de cedro y una de canela. Coloca todos los ingredientes dentro de un frasco de vidrio y deja que el perfume llene tu cuarto de baño.
- Para los amantes del aroma de rosas, retira los pétalos de varias rosas sin romperlos y desecha el tallo y las hojas. Pon los pétalos sobre un papel de cocina y, en un plato, mételos en el microondas un minuto a máxima potencia. La idea es que pierdan la humedad. Luego, déjalos secar del todo al aire unas 48 horas. Ya tienes un poupurrí casero que podrás colocar en el baño dentro de un bol decorativo.
- ¿Prefieres olor "verde"? Hierve unas ramas de hierbabuena y el zumo de un limón en un poco de agua. Una vez hecha la mezcla, ponla en un pulverizador y "dispara" en el baño siempre que quieras. Olerá fantásticamente bien y además, espantarás los insectos. Carambola olfativa.
Otros factores a tener en cuenta para mantener el baño limpio
Las toallas
La humedad y el calor provocan que aniden bacterias fecales, entre ellas la E.coli, capaces de causarte irritaciones e infecciones. ¿Solución? No las uses más de tres veces seguidas; si huelen, renuévalas; no las apiles en el toallero y lávalas con detergentes antigérmenes y a alta temperatura.
Si las tuberías huelen mal...
¿Sabías que el sumidero del lavamanos acumula 200 veces más bacterias fecales que el inodoro? Para evitarlo, limpia el desagüe semanalmente y cada quince días con una mezcla hecha con dos vasos de agua hirviendo, uno de bicarbonato de sodio y uno de vinagre blanco.
Cambia la pastilla de jabón por un dispensador
Es mucho mejor usar un dispensador que pastilla, sobre todo si alguien en casa está enfermo y todo el mundo usa el mismo jabón. Si te gusta más la pastilla que el jabón líquido, enjuágala antes de lavarte. Y si no, elige jabón líquido y lávate con agua tibia.
¿Cómo limpio los cestos de fibras del baño?
Aleja el moho de sus fibras, ventilando bien después de cada ducha. Y si ya está afectado, haz una mezcla 50-50 de agua y lejía, sumerge un cepillo (uno de dientes para los recovecos) y rasca las fibras con él. Eliminarás el moho y el mal olor.
La alcachofa de la ducha también se limpia
Si bien no hace falta que la incluyas en tu rutina de limpieza del baño en 5 minutos, el rociador también necesita un repaso de vez en cuando. Y es que en él se quedan gotas estancadas que pueden generar el crecimiento de bacterias como la Legionella o las Pseudomonas, y al accionar el agua, inhalamos un vapor que puede causar infecciones respiratorias. ¿Remedio? Cada dos meses, sumérgelo una noche en vinagre blanco.
¿Cómo limpio los juguetes de los niños?
El moho crece a sus anchas y puede causar alergias y problemas respiratorios. Instala una cesta con agujeros para que se escurran. Para una limpieza a fondo: hiérvelos, saca toda la suciedad con unas pinzas, mételos en el lavavajillas y luego, sécalos a fondo.
¿Cómo guardo los cepillos de dientes?
Son un foco de gérmenes y bacterias intestinales. No solo es bueno que limpies el cepillo sino también el lugar donde lo coloques. ¿Lo ideal? No guardarlos cerrados, dejarlos en vertical y que se sequen hasta el siguiente uso. Y otra idea: empaparlos en enjuague bucal antibacteriano.
Quita el moho de los azulejos
Aunque ventiles muy bien, el moho acaba apareciendo en juntas y esquinas. Truco: para las zonas más ennegrecidas, lejía; si la dejas actuar un rato, el moho desaparecerá como por arte de magia. Y para desinfectar los azulejos: mezcla en un rociador vinagre y agua a partes iguales.
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