Ni blanco ni negro. GRIS. A pesar de que muchas personas consideran este color como un color sin personalidad, nada más lejos de la realidad. A través de todas sus tonalidades va adquiriendo la fuerza necesaria para cada momento o lugar.
Según la psicología del color, el gris estimula la concentración y evita distracciones, y aunque carece de energía, se alía con otros colores para cederles el protagonismo y poder conseguir un equilibrio tanto emocional como decorativo. De todos modos, no abuses de este color, un exceso de gris podría generar estados de melancolía y tristeza.
A la hora de introducir este color en casa, hay que saber que los tonos grisáceos más suaves (más cercanos al blanco) aportan mucha luz y hacen que una habitación parezca más amplia. Por el contrario, los tonos más oscuros, los que se aproximan al negro, deben utilizarse en espacios mucho más amplios y con una gran fuente de luz, ya sea natural o artificial.
12 tonalidades de gris
- Gris antracita
- Gris ceniza
- Gris grafito
- Gris hielo
- Gris humo
- Gris luna
- Gris perla
- Gris piedra
- Gris pizarra
- Gris plata
- Gris plomo
- Gris topo
La neutralidad de este color, su mayor rasgo, lo convierte en una una gran herramienta para conseguir crear la atmósfera ideal en cualquier estancia de la casa. El gris nos brinda la oportunidad de llenar la vida (y la casa) de color.