Ya te lo hemos dicho, pintar la casa no es complicado pero requiere una buena planificación, tiempo y, porque no decirlo, un poco de fondo, porque cansado lo es (un rato). Y, entonces, ¿por qué aventurarse a hacerlo? Básicamente porque te puedes ahorrar hasta un 70% de lo que te costaría un profesional.

Para hacerlo más llevadero puedes invitar a familiares y amigos (de confianza) a que te echen una mano. Les dices que les invitas a un brunch y que, de paso, harán ejercicio sin tener que pasar por el gimnasio. Se estima que en 20 minutos de pintar se queman 100 calorías. ¿Entonces, nos ponemos manos a la obra?

¿Por dónde empiezo?

Por la elección de la pintura, tanto de su color como del tipo. Si nunca has pintado, ten en cuenta que es más sencillo hacerlo con colores claros que oscuros. No solo ganas luz sino que los tonos claros disimulan las imperfecciones de la aplicación. Además, son la mejor opción para pintar toda la casa de un único color.

A la hora de elegirlos puedes usar planificadores online, como Titanlux Decora (también disponible en app) o el simulador de Valentine, "Pinta antes de pintar". Aunque para hacerte un idea más clara siempre es mejor ver como responde el color en vivo y en directo.

Que la luz te ayude a elegir

Haz pruebas de color, son el equivalente en pintura a las pruebas de vestuario de una novia. Debes pintar para comprobar como le queda el tono o tonos que hayas elegido a tu casa. Ya verás como cambia mucho de verlo en un catálogo o una pantalla a que esté en las paredes, con su luz.

Pide muestras de pintura en la tienda y pinta un cuadrado de unos 50 x 50 cm. Fíjate como cambia durante el día, con y sin sol, con luz natural y artificial... Y piensa que los colores tienden a oscurecer, así que por regla general siempre debes optar por un tono más claro del que inicialmente te gusta.

Ten en cuenta, también, la orientación de cada estancia. Si está orientada al norte, por ejemplo, tendrá poco sol durante todo el día, así que lo más inteligente es elegir colores cálidos. La orientación este y sur es la que tiene más luz natural, así que en esas estancias puedes optar por colores más oscuros. Luz y color son inseparables

La calidad se paga

Invierte en una buena pintura para obtener un resultado de profesional (o casi). La pintura plástica es la más indicada para pintar techos y paredes de interior. Por su composición, a base de agua, es fácil de aplicar y también de limpiar y de mantener. Opta por una pintura con una buena capacidad cubriente, mejor si es monocapa y antigoteo, que te ahorrará tiempo y dinero. Ten en cuenta que 1 litro de pintura cuesta unos 5 € aprox.

Y si no eliges la pintura más barata, tampoco hagas lo mismo con pinceles y rodillos. Piensa que si no son de calidad te dejarán pelos y pegotes por toda la pared. En cuestión de rodillos, mejor uno de pelo corto con mago de aluminio, es más ligero y manejable.

Y no te quedes corto...

Siempre es mejor que sobre pintura que no que falte. Así puedes guardarla para corregir posibles desperfectos más adelante. Si eliges un color hecho con una máquina tintométrica no pasa nada si te falta pintura. Con su número de referencia pueden volverla a hacer cuanto te haga falta.

Para calcular la pintura que necesitas puedes usar una sencilla regla de tres. Con 1 litro de pintura plástica puedes pintar unos 8-10 m2 (varía en función del estado de la pared). Si tienes dudas también puedes utilizar calculadoras online como la de Pinturas Andalucía. Para hacerlo bien necesitas saber los m2, el rendimiento de la pintura (cada fabricante especifica esta información en el envase), y las capas que tienes pensado hacer.

El kit de pintor completo

Además de la pintura hay una serie de elementos que vas a necesitar. Los rodillos deben ser de calidad (los de fibra media son perfectos para la mayoría de paredes). Y necesitas una barra telescópica para alcanzar las zonas más altas sin tener que subirte a una escalera (y así evitas riesgos).

Las brochas para las esquinas o el borde de las puertas y los pinceles para los huecos también son indispensables, lo mismo que la cinta de carrocero para proteger los zócalos y los enchufes y papel de embalar para cubrir el suelo. Es mucho más práctico que el papel de periódico que no para de moverse.

Prepara las paredes

Antes de pintar, asegúrate de que están limpias y en buen estado. Repara los agujeros o desperfectos con masilla, deja secar, y pasa una lija para que quede lisa. También es importante que elimines los restos de polvo que haya en techos y paredes para que la pintura se impregne mejor (puedes usar la aspiradora).

Si tienes muebles, reúnelos en el centro de la estancia, y tápalos bien con un plástico. Y protege interruptores, marcos de ventanas y puertas y zócalos y rodapiés con la cinta de carrocero.

Después ponte ropa cómoda y que se pueda manchar. Protege tu pelo y tus ojos de las salpicaduras y abre las ventanas para que el olor a pintura no quede concentrado. Ahora sí que sí, estás listo para pintar.

El orden de los factores

Si altera el producto. Empieza a pintar desde arriba hacia abajo, para evitar goteos. Es decir, que si también pintas el techo ese será tu primer objetivo. Los pintores profesionales recomiendan realizar trozos de unos 60 cm hacia abajo y hacia el lado y con el rodillo no demasiado cargado, para evitar que la pintura se acumule.

Tómate tus pausas para no agotarte y, si quieres pintar más de una capa, deja pasar un mínimo de 8 horas entre capa y capa. Hay quien recomienda dejar hasta 24 horas. De todos modos, cada tipo de pintura te indicará el tiempo de secado recomendado.

Errores comunes a evitar

  • No usar imprimación o capa de preparación antes de pintar. Porque ayuda a que la pintura se fije mejor y te ahorra tener que aplicar varias capas a posteriori.
  • Sacar la cinta de pintor tarde. Si esperas a que la pintura se seque del todo cuando arranques la cinta puedes llevarte, de paso, parte de la pintura. Hazlo antes
  • Pintar en días húmedos o muy cálidos. Lo mejor son los días secos, ni muy fríos ni muy cálidos: la pintura se secará antes y mejor. Por eso, si el día que has decidido pintar está lloviendo, mejor que lo pospongas.
  • Usar demasiada pintura. No metas todo el pincel dentro de la lata de pintura. Si sumerges el pincel más de 2/3 en la lata estarás desperdiciándola y puede que te quede algún que otro pegote en la pared.
  • Pintar sin luz. Una buena iluminación te ayuda a ver las imperfecciones que pueda haber. Lo ideal es que pintes con luz natural. Por eso, si cuando está anocheciendo no has terminado lo mejor es que lo dejes para mañana.
  • Todo en un día. Un día es tiempo suficiente para pintar alguna estancia, pero no toda la casa. A no ser que seáis una buena cuadrilla. ¡Tómate tu tiempo! No queremos que te quede una chapuza.

Si te has quedado con ganas de saber más trucos de profesional para pintar la casa, no te pierdas la galería. ¡Y a pintar!