NO PASARÁN

Puertas de entrada: ante todo, seguras

Es la encargada de recibir a tus invitados pero también debe estar preparada para impedir el paso a las visitas no deseadas. ¿Te has parado a pensar alguna vez cómo debe ser la puerta de entrada ideal? Nosotros sí, y te lo contamos a continuación

Isabel Arjona

Periodista especializada en decoración, reformas, baños y cocinas

Actualizado a 27 de julio de 2021, 13:53

Tanto si eres de los que da por buena la puerta existente en tu vivienda –como lo haces con las paredes o las ventanas– como si te estás planteando cambiarla por un modelo mejor, conviene que analices los aspectos que debería cumplir para garantizar la seguridad de tu familia, sin olvidar cuestiones como el aislamiento o la estética.

¿Dentro o fuera?

No es lo mismo vivir en un piso en el interior de un edificio –con otros pisos en el mismo rellano– que en un chalet aislado con la puerta dispuesta en el exterior.

En este último caso, la puerta deberá tener no solo un nivel de seguridad superior que en el primero, sino también un acabado resistente a la intemperie. Y, solo después de tener resueltas esas cuestiones –y no antes–, hay que centrarse en cuestiones como el color o el diseño que mejor se adapten.

¿En qué me fijo?

Tres son las partes que componen una puerta de entrada: el marco (un cerco que rodea la puerta y que sirve para reforzarla), la hoja (compuesta por un interior de aglomerado, chapa de acero, etc. y un acabado exterior metálico, de madera, lacado, PVC, etc) y el cierre (formado por los anclajes laterales que se situan en el marco de la puerta, la cerradura, las bisagras y los anclajes laterales antipalanca).

En función de los materiales y las características de cada una de estas partes, existen diferentes niveles de protección de las puertas.

¿Qué es una puerta acorazada?

Con hoja y marco de acero (sobre el que se puede colocar el material de acabado que se desee), son las puertas que ofrecen el máximo nivel de seguridad y, por tanto, también las más caras.

Las puertas acorazadas cuentan con acero tanto en los largueros y en el cabezal, que componen el marco que la rodea y la refuerza, como en su hoja. Ofrecen el máximo nivel de seguridad aunque su precio es el más elevado: a partir de uno 900€ como mínimo.

¿Y una blindada?

A menudo se confunden con las anteriores, aunque hay una diferencia fundamental: en lugar de estar realizadas íntegramente en acero, cuentan con un refuerzo metálico, pero solo en la hoja. O lo que es lo mismo, mientras que una puerta acorazada es de acero con un acabado decorativo, la blindada es de madera reforzada con chapa de acero. De ahí también que se puedan encontrar puertas blindadas a partir de unos 600€.

¿Qué son las puertas de aluminio?

Sin ser acorazadas (que deben cumplir con una normativa específica para poder llamarse así), en el mercado hay puertas fabricadas íntegramente en aluminio que pueden llegar incluso a ofrecer un nivel de seguridad similar al de estas, aunque a un precio inferior (desde unos 400€).

¿Son recomendables las de madera maciza?

Son las más decorativas, sobre todo en ambientaciones rústicas y clásicas, aunque son las menos recomendables desde el punto de vista de la seguridad, sobre todo si no cuentan con refuerzos metálicos.

Asimismo, requieren protecciones y tratamientos periódicos mediante barnices y productos similares para conservarlas en perfectas condiciones, sobre todo al aire libre.

¿Y las de PVC?

Además de muy versátiles y disponibles en todo tipo de acabados, las puertas de entrada de PVC ofrecen una gran rigidez y resistencia a los golpes, además de no necesitar de ningún tipo de mantenimiento para que luzcan como el primer día. Además, hay versiones con refuerzos de acero que aumentan su nivel de seguridad.

El cierre

Si bien la hoja y el marco son vitales en una puerta de entrada, dado que deben ofrecer una resistencia adecuada a posibles intrusiones, no podemos descuidar la elección de la cerradura y los herrajes más adecuados en cada caso.

Los expertos aconsejan elegir cerraduras con cilindros que cuenten con pistones de seguridad y, preferiblemente, que la puerta integre varias independientes, de modo que aunque se fuerce una las demás aguanten en su sitio.

Y, a efectos prácticos, siempre es aconsejable elegir un modelo que tenga una llave con control de copia, para que no se pueda reproducir con facilidad.

Mención aparte merecen las cerraduras electrónicas con control de huella, reconocimiento de iris (al más puro estilo Minority Report) o con control de acceso remoto, mediante un dispositivo móvil.

Más que estética

La puerta de entrada debe estar en consonancia con el estilo decorativo de la vivienda, aunque eso no suele ser un problema, dada la gran variedad de modelos y diseños disponibles.

Y, si no encuentras la que buscas o quieres (o te obligan por cuestiones estéticas) a conservar una puerta en concreto, siempre se pueden reforzar los modelos convencionales con planchas de acero por el lado interior, cercos metálicos y cerraduras de seguridad multianclaje, que traban la puerta por sus cuatro lados.

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