Como cada año, la primavera irrumpe de golpe. Un día hace frío y, al día siguiente, todo es distinto: el sol brilla con más fuerza, la naturaleza está en su máximo esplendor y tu casa quiere contagiarse de toda esa energía positiva y su color. Te damos un poco de inspiración para que veas la luz y la llenes de vida.
Dormir entre flores
No, no es como en la película American beauty. No hay que dormir rodeado de pétalos de rosas. Basta con una ropa de cama donde las flores sean protagonistas. Nuestras favoritas son las florecillas mini, tipo liberty, que nunca pasan de moda.
Puedes combinar una funda estampada y repetir sus colores en el resto de elementos, como aquí los cojines y sábanas rosa, frambuesa y verde. El secreto para acertar es saber encontrar el equilibrio justo tanto de colores como de lisos y estampados. Hazlo bien y tu cama se llenará de buenas vibraciones y mucha vida.
Vienen curvas
Lo curvy se lleva mucho en moda y, también, en decoración. Los muebles y objetos sin ángulos son mucho más amables a la vista y, en pocos metros, ocupan menos que sus tocayos cuadrados o rectangulares. En forma de mesa auxiliar, reloj de pared, espejos... decorar con formas redondeadas y curvas es más fácil de lo que parece. Y en casas con niños, además, es más seguro.
El pasado llama a tu puerta
Hace un tiempo fueron las maletas de piel, después los sifones y, ahora, le ha tocado el turno a las damajuanas. Cada cierto tiempo un objeto llegado directamente del pasado se convierte en indispensable en cualquier decoración que se precie.
De ellas enamora su grueso cristal, verde o azul, su forma redondeada y su capacidad de adaptarse a todo tipo de estilos. Antes se usaban para almacenar aceite o vino y ahora como jarrones o detalles decorativos.
Mejor en pareja o trío: la fuerza del grupo les favorece y quedan muy bien combinadas con otras semejantes de distinto tamaño
Que no falte el color
Este año se llevan amarillos y verdes, como ecos de la belleza exterior, pero también el rosa y los azules intensos, capaces de poner feminidad y sofisticación, respectivamente, a todo lo que tocan. Y ojo que el color está por toda la casa.
¿Quién dijo que el color está vetado en la cocina? Aquí, los muebles y la encimera en blanco contrastan con el antepecho esmaltado en verde. ¿Y el ocre? Pone el punto de calidez final. Además, tiene todo lo que se espera de una cocina campestre: suelos de cerámica artesanal y techos de madera, una campana de obra, muebles con cuarterones... Aquí huele a receta de la abuela.
Y un poco de sabiduría nórdica
¿Te acuerdas del hygge? Es el término que usan los daneses para referirse a las cosas que te hacen sentir bien en casa. Te refrescamos todos los puntos en Practica el hygge. Si quieres más información puedes leerte los libros: Hygge. La felicidad en las pequeñas cosas. Meik Wiking. Libros Cúpula (17 €) y Hygge. El arte de disfrutar de las cosas sencillas. Louisa Thomsen Brits. Zenith (16,10 €).
Pero ahora los suecos les siguen a la zaga con un nuevo concepto de lifestyle: el lagom. Un término que, literalmente, significa en su justa medida. Es una filosofía que apuesta por ser feliz con lo que tienes, con buscar momentos para ti y disfrutar de la vida tal y como se presenta.
Notas de color, piezas redondas, presente y pasado, flores... Esta primavera tu casa se llena de vida y de muchas historias que contar. Tienes alguna más en la galería.