A diferencia de nuestros vecinos los británicos, somos un país de tradición más cafetera que de té. Pero sus beneficios para la salud, las modas –¿quién no conoce el té matcha?– o la influencia de otras culturas, como la japonesa donde el té tiene incluso su ceremonia, han hecho mella en la sociedad y cada vez son más los que se pasan al té. Sobre todo entre la población más joven.

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Sin necesidad de recrear la ceremonia del té de la cultura nipona, es innegable que la preparación (y el consumo del té) tiene pocos puntos en común con la del café. Empezando por la tetera donde calentar directamente el agua o verterla una vez caliente y terminando por las tazas. A modo de anécdota destacar que el tamaño de las tazas a la hora de servir y tomar el té importa. Y mucho. Así, mientras en Occidente es habitual que las tazas de té sean grandes, tipo mug, en China, donde lo inventaron, beben el té en cuencos muy pequeños. Según Victoria Bisogno, autora de varios libros sobre la cultura del té, esto es porque simboliza que "lo bueno es escaso, se aprecia en pequeñas cantidades y debe disfrutarse despacito".

Seas de tazón o de cuenquecito, seguro que te apuntas a la moda británica de acompañar el té con unas pastitas o galletitas. ¡Sobre todo si son caseras! Te dejamos unas cuantas recetas para que saques al cocinitas que llevas dentro.

Endulza el ritual del té

  • Galletas de mantequilla: Un clásico para acompañar el té. Además de ser muy fáciles de preparar.
  • Galletas rellenas de chocolate: Una receta que hará las delicias de los amantes del chocolate.
  • Galletas con mensaje: Darás un toque divertido al ritual del té o a la merienda de los peques.