Que el vocablo no te confunda. Porque la simpática película de los ochenta Cocoon (1985) y Cocooning, la tendencia de life style, nada tienen en común, aparte del nombre, claro.
El término de Cocooning fue acuñado en los años noventa por Faith Popcorn, una buscadora de tendencias y consultora de marketing, que identificó el cocooning como un estilo de vida en el que las personas se refugiaban cada vez más en su casa porque es dónde se sentían más cómodas, seguras y felices.
Han pasado casi tres década desde su nacimiento como tendencia y hoy en día está más de actualidad que nunca. Y es que la expansión de internet, el boom de las tecnologías de entretenimiento doméstico y la tecnología que permite trabajar desde casa, han hecho del Cocooning una opción cada vez más atractiva para un número mayor de personas.
Y es que el Cocooning eleva a otro nivel el clásico lema home sweet home. Si para los cocooners su casa es su refugio, este hogar debe transformarse para ser lo más cómodo y confortable posible: colores suaves que no cansen, textiles naturales y amorosos en los que apetezca arroparse, muebles prácticos y versátiles que puedan adaptarse a una cena para dos y a las reuniones con amigos en casa, detalles cuidados que den un extra de personalidad a tu casa (flores, velas, complementos DIY...), etc.
Pero ¡ojo! ser un cocooner no es ser un asocial. ¡Para nada! Simplemente el cocooner traslada algunas de sus actividades de ocio a casa: desde el tiempo de calidad en familia hasta las quedadas con amigos. En vez de salir a un restaurante a comer con los amigos, el "restaurante" se lleva a casa. ¿Que apetece una maratón de series? ¡Apretaditos en el sofá cabéis todos! Y qué mejor que acurrucarte en el sofá con tu humeante taza de café mientras te pones al día con tu mejor amigo.
Si has practicado algunas de estas actividades en los últimos meses, es que eres un cocooner y aún no lo sabías.