Tú de qué eres, ¿de cortina o estor? A priori parece una pregunta trampa, ¿verdad? Como cuando éramos peques y nos preguntaban si queríamos más a mamá a papá. ¿Cómo? ¡¿Qué tenemos que escoger?! Pues en materia de cortinas y estores, sí. Cuando llega el momento de plantearse vestir las ventanas de casa hay que mojarse y apostar por un sistema u otro. No es que uno sea mejor que el otro, pero en función de las ventanas de tu casa y del efecto que quieras lograr, será mejor optar por una cortina u por un estor.

Así que pongámonos manos a la obra y analicemos los pros y los contras de cada opción con el fin de ayudarte a decidir cuál es la mejor opción para tu casa.

Cortinas, un clásico que nunca pasa de moda

La versatilidad de las cortinas es enorme. En función de la tela que elijas pueden recrear atmósferas elegantes y sofisticadas u otras más informales y desenfadadas.

Pros: por qué sí elegir las cortinas

- Se adaptan a todo tipo de ventanas. Poco importa que sean correderas, balconeras, practicables u oscilobatientes. Con cualquier tipo de ventana podrás abrir las cortinas sin problemas. Valóralo, en tu día a día lo agradecerás.
Ideales en grandes ventanales. Resultan muy decorativas y la opción más práctica, sobre todo si optas por rieles, ya que sin importar el peso de la tela, podrás abrir y cerrar la cortina con total comodidad.
- Son todoterreno. Aceptan todo tipo de telas, desde las más vaporosas y ligeras hasta las más tupidas y con cuerpo.
- Fáciles de renovar. Basta con añadirles un faldón o un encabezado para que la cortina parezca otra. Y si no quieres complicarte la vida, cambia la barra o sus remates. Por muy poco dinero estrenarás cortina.
- Las hay confeccionadas. Firmas de decoración y de ropa del hogar, como Ikea o Zara Home, ofrecen cortinas ya confeccionadas a precios muy económicos. Es comprar y colgar. Es una opción que merece la pena tener en cuenta, sobre todo si tus ventanas son estándar.
- Por su efecto aislante. Si eliges una tela tupida y el largo de la cortina es generoso, apoyándose holgadamente en el suelo, disfrutarás de un plus de aislamiento térmico e incluso acústico.

Contras: por qué no elegir las cortinas

- Mucha tela que cortar. En general, se necesita casi tres veces más tela que para confeccionar un estor, lo que aumenta considerablemente el presupuesto.
- Se comen centímetros. Necesitarás contar con unos centímetros libres a cada lado de la ventana para que las caídas puedan recogerse. Cuanto mayor sea el ventanal y con más cuerpo la tela, más espacio necesitarás. En este sentido, no son la mejor opción en pocos metros.
- Menos superficie acristalada. Al recogerse en los laterales de la ventana, es habitual que las caídas se solapen con el cristal, reduciendo unos pocos centímetros la superficie acristalada y con ello la entrada de luz. Puedes evitarlo con una barra que sobresalga más que la ventana.
- ¿Lavadora o tintorería? Si las cortinas son muy grandes es probable que no te quepan en la lavadora. Y cada visita a la tintorería implica un desembolso.

Estores, la opción más ligera

Son una alternativa decorativa, ligera y actual a las cortinas. Aunque existen diferentes tipos de estores, se imponen los tipo paqueto que al ir sin varillas tienen un look más natural y no tan rígido y estático como ocurría con los plegables.

Pros: por qué sí elegir los estores

- Para pocos metros. Al quedar muy pegados a la ventana, resultan muy ligeros siendo ideales para estancias pequeñas.
- Ideal en ventanas irregulares. Y también las que no llegan hasta el suelo. ¿Tienes un sofá arrimado a la pared donde está la ventana? ¿O la mesa de estudio debajo de la ventana? Con un estor puedes vestir la ventana sin que ni la mesa ni el sofá sean un problema.
- Más económicos. La tela es lo que encarece más la confección de un estor o una cortina. Y los estores necesitan menos tela que unas cortinas, por lo que suelen ser más baratos.
- Regulan mejor el paso de la luz. Al desplegarse de forma vertical, puedes graduar mejor la entrada de la luz que con unas cortinas.
Fáciles de lavar. Sobre todo los tipo paqueto que al no tener varillas, son fáciles de quitar para meterlos a la lavadora.

Contras: por qué no elegir los estores

- Poco prácticos. Si tienes ventanas balconeras, practicables u oscilobatientes los estores no son la mejor opción, ya que acaban siendo un obstáculo para abrir y cerrar la ventana.
- Espacio para recogerse. Si las cortinas necesitan unos cm para recogerse en los laterales, los estores lo necesitan en la parte superior, por lo que deberás contar con un espacio libre entre el techo y la ventana para que el estor quede plegado.
- Incompatibles con algunas telas. Para que las ondas propias del estor tipo paqueto –el más habitual hoy en día– se formen de manera "natural" y queden decorativas la tela no puede ser demasiado rígida. Tampoco son la mejor opción con grandes estampados.

¿Te has decantado por las cortinas? Si es así, en el siguiente artículo encontrarás sin duda la inspiración.