Ni la mesa del comedor, ni el armario del dormitorio ni el mueble del salón. Pocas decisiones referentes a la decoración de casa son tan relevantes como la elección del colchón. Y, lamentablemente, no solemos prestarle la importancia que se merece. ¿Exageramos? ¡Para nada! Acertar con la elección del colchón es garantizarnos, en gran medida, una buena calidad del sueño. Tan solo por esto bien se merece dedicarle un poco de nuestro tiempo. En cualquier caso: no compres nunca tu cama sin probarla antes, porque no hay un colchón confortable para todos, cada uno tiene que dar con el suyo. Y la única manera de hacerlo es probarlo. Ten en cuenta estas claves a la hora de elegirlo, te servirán de guía para acertar.
Firmeza: ¿Duro, medio o blando?
¿Qué prefieres? Si te gusta duro, elígelo duro. Si te gusta blando, blando. La dureza del colchón es cuestión de gustos.
Si tienes molestias musculares. Elige un colchón de dureza media, que minimice los puntos de presión.
Si te despiertas cansado. Para un buen descanso, el colchón debe respetar la curvatura de la columna.
Postura: ¿Cómo sueles dormir?
De lado. Necesitas una superficie firme que relaje la tensión de hombros y cadera.
Boca abajo. Elige una almohada baja para que no se creen tensiones en el cuello.
Boca arriba. Opta por un colchón de firmeza media para que te sujete correctamente la espalda y el cuello.
Estatura y peso: todo influye
Si tu estatura es media, te sirve cualquier medida. El colchón debe tener al menos 15 cm más que tú.
Si pesas menos de 70 kg, te conviene un modelo blando y flexible, que se adapte a ti y reparta bien tu peso.
Si pesas más de 70 kg elige una firmeza media. ¿Más de 100 kg? Una dura. A más peso, mayor firmeza.
Transpiración: ¿Caluroso o friolero?
Si sudas mucho, elige un colchón de muelles. Son los que mejor transpiran, seguidos del látex.
Si no tienes problemas de frío o calor, un viscoelástico se adaptará a tu temperatura corporal al dormir.
Si pasas mucho calor, pon un cubrecolchón de algodón sobre el colchón que ya tienes. Lo notarás.
Movimiento: ¿Te mueves o estás quieto?
Si te mueves mucho en la cama elige un colchón de muelles, que recupera su forma inicial rápido.
Si te despiertas en la misma posición en la que te has acostado, opta por un viscoelástico.
Si tu pareja se mueve y tú no, un colchón de látex será una buena elección. Estareis cómodos los dos.
Te deseamos felices sueños.