Claves para elegir la alfombra

 ¿Es para el recibidor? Elígela de pelo corto –acumulará menos polvo y suciedad– y de tonos sufridos, ya que estará más expuesta a las manchas. En cambio, para el dormitorio puedes apostar por un diseño de lana o algodón de colores más claros, que inviten al descanso, y de pelo más largo, la pisada será mucho más agradable. 

Convendrá que sea poco gruesa y de textura regular, que garantice un apoyo estable de las sillas y así evitar cierto balanceo. Además, al estar más expuesta a las manchas, debe ser de fácil mantenimiento. Las de pelo corto y las de vinilo son una buena opción.

 “Si vas a ver la alfombra cada día, valora elegirla con un diseño pausado y poco marcado, que no te canse. Las lisas y de tonos claros nunca fallan”, opina Núria García de BSB. Si no quieres que sea totalmente lisa, elígela con un pequeño relieve o textura, que puede lograrse superponiendo dos materiales. Tendrá más vida. Esta es el modelo Kansei de KP.

“Al ser más extremadas, son una opción idónea en decoraciones monocromo o minimalistas para aportar contraste y color”, sostiene Núria, que añade: “En lugar de los grandes motivos geométricos, se llevan los diseños bicolor, con un fondo liso y un pequeño dibujo que no sea muy marcado de otro color”. Esta alfombra es Lorena Canals. Las tipo kilim son tendencia. 

"No conviene quedarse corto, pero tampoco pasarse. En el salón, por ejemplo, un truco está en enmarcar la zona de estar con la alfombra, quedando al menos las patas delanteras del sofá dentro de la alfombra", explica Pedro López, responsable de comunicación de KP. En el comedor, las sillas deben quedar dentro de la alfombra. Esta es de Benuta.

Elige la alfombra según el mobiliario y el espacio. Por ejemplo, si la mesa del comedor es redonda, opta por un diseño a juego. ¿En el estar? Lo habitual es apostar por una alfombra rectangular o incluso cuadrada, en función de la organización del mobiliario. Esta alfombra procede del estudio de la interiorista Natalia Zubizarreta. 

 Es un dato en el que no solemos caer cuando miramos una alfombra para casa. Y es importante. Como explica Pedro, de KP, "si hay puertas de por medio, es importante tener en cuenta la altura total de la alfombra para que no impida abrirlas o cerrarlas”. 

Las alfombras de lana aíslan del frío, del calor y de los ruidos. Sus fibras son muy elásticas y recuperan su forma original fácilmente. Además, impiden que la suciedad penetre, por lo que su mantenimiento es más fácil. En la imagen, alfombra azul doblada y la de debajo son de Gra Bcn Catifes. En la consola, la blanca y negra es de La Maison y la de jacquard de H&M Home. En el suelo, una alfombra original de Marruecos de Gra Bcn Catifes.

Son resistentes a las manchas y fáciles de limpiar. Además, son hipoalergénicas, porque atrapan el polvo e impiden que este circule por el aire. En este aspecto, son una buena opción para personas alérgicas. La de la imagen es de Zara Home. 

Son duraderas y resistentes y es habitual que cuenten con tratamientos especiales antimanchas. Son alfombras de estética muy lograda, que admiten más colores y texturas que las naturales. Además de ser más económicas.

Pasa la aspiradora, sin el cepillo, semanalmente. Y cada 12-18 meses lleva la alfombra a la tintorería para eliminar la suciedad más profunda. Si se mancha, límpiala de inmediato con un paño de algodón desde el exterior de la mancha hacia el centro.