¿Quién no tiene un jarrón casa? Ya sea comprado, regalado o heredado, los jarrones son un complemento presente en (casi) todas las casas. Y sus posibilidades decorativas son muchas y variadas. Sí, sí, variadas. Y es que si eres de los que solo sacas el jarrón del armario (primer error) en las contadas ocasiones que compras ¡o te regalan! flores, debes saber que no le estás sacando todo su potencial decorativo. Te contamos algunas ideas con las que convertir a los jarrones en parte activa de la decoración de tu casa.
Un complemento con múltiple personalidad
Y es que el nombre de jarrón aúna taaaantas posibilidades... Desde los típicos floreros o los tradicionales y delicados jarrones chinos hasta los jarrones de barro rústicos o los más actuales, de mil formas, colores, materiales y diseños. ¡Por no hablar de los jarrones DIY!
Antes de elegir un jarrón es importante pensar el uso que quieres darle. No es lo mismo uno que vas a usar como florero –será mejor apostar por un diseño de cristal que no compita visualmente con el ramo– que uno cuya función va a ser meramente decorativa, es decir, será el propio jarrón el protagonista no su contenido.
Los más de moda
Son tendencia los de cerámica mate, los metálicos y los diseños con relieve, incrustaciones o formas poco convencionales, convirtiéndose en pequeñas obras de arte por sí solos. Prueba de ello es el original jarrón Nuage de Vitra, realizado en aluminio y de formas sinuosas, que emulan las nubes. ¡Incluso los amantes de los cactus tienen su jarrón especialmente pensado para ellos... ¡Y viva la cactusmanía!
Sin olvidar la moda DIY. Y es que todo vale cuando se trata de dar rienda suelta a la creatividad. Botellas recicladas, frascos de perfume, viejas jarras de latón... ¿Se te da bien el crochet? Recupera un envase en desuso, revístelo con una funda de crochet y ya tienes un jarrón único y de lo más personal.
Los clásicos atemporales
Junto con las propuestas más in, encontramos los clásicos que nunca pasan de moda.
- De cristal: Nunca fallan. Lisos, labrados, transparentes, envejecidos... Siempre elegantes y delicados, quedan bien en cualquier decoración: desde los ambientes más clásicos hasta los más minimalistas. Además, son perfectos para aligerar la decoración. Por ejemplo, en un velador pesado visualmente, crearán un contraste de lo más atractivo.
- De barro: Tradicionalmente eran piezas artesanales y de esencia rústica, aunque hoy en día los podemos encontrar con diseños más minimalistas y contemporáneos.
- De porcelana: Siempre ha sido un símbolo de elegancia y riqueza, por lo que los jarrones de este material han sido muy codiciados por coleccionistas y amantes de la decoración. Pero ojo, eso no significa que sea una opción anticuada, de hecho a día de hoy se comercializan diseños elaborados con porcelana de lo más actuales. Si optas por un jarrón de porcelana, resérvale un lugar especial en casa y deja que brille con luz propia.
Búscales su sitio y una buena compañía
Si acertar con la elección del jarrón es importante, no lo es menos buscarle el sitio adecuado en casa. Antes de decidirte, ten en cuenta que los jarrones pueden servir para llenar rincones o espacios vacíos, o dirigir nuestra atención a ciertos objetos o piezas de la decoración, por ejemplo, una mesita auxiliar, que puedes realzar con un jarrón con flores o con una mini composición.
Y es que los jarrones no solo decoran en solitario, sino que puedes jugar con varios para crear una atractiva composición. En estos casos, se recomienda que los diseños compartan un leit motiv: el color, el material, el diseño... así te aseguras que la composición transmite sensación de conjunto y el resultado sea armónico y no un batiburrillo de jarrones sin ton ni son. Para que se vea más "recogido", puedes reunirlos en una bandeja. Así, además, podrás trasladarlos de manera rápida y cómoda si, por ejemplo, los usas como centro de mesa.
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