13 cocinas rústicas estilo 'farmhouse': acogedoras y muy hogareñas

Los blancos en todas sus variedades, los colores neutros y los crudos son la mejor de las opciones para las cocinas de este estilo. No temas abusar de ellos, ya sea en mobiliario, paredes y pavimentos, como se ha hecho aquí. Reserva para los textiles –cortinas, paños de cocina, manteles...– la nota de color.  

Aunque el estilo farmhouse se caracteriza por una paleta cromática dominada por los neutros y el blanco, el lila, el turquesa y el amarillo –como aquí esta alacena– son los colores más habituales para crear contraste y aportar un toque de color a la cocina. 

La madera natural es tu mejor aliado para dar a tu cocina un look de granja. Puertas, techos con vigas de madera, muebles... Las maderas de arce –más suave–o roble– de tonos intermedios–, suelen ser las opciones más habituales.

Una mesa, una alacena, unas baldas... Las piezas recuperadas, como aquí la mesa que sirve de zona de trabajo, son un must de este estilo decorativo. 

Nunca han dejado de estar de moda, pero el estilo industrial y el vintage las convirtieron en piezas casi icónicas. Ahora, con el farmhouse, vuelven a ser objeto de deseo. Si quieres que tu cocina respire un look auténticamente de granja, olvídate de la placa de inducción y apuesta por estas cocinas. 

Mármol, pizarra, granito... Si buscas que tu cocina respire un look total farmhouse, olvídate de las encimeras sintéticas y apuesta por las de piedra natural que, además, vuelven a ser tendencia. 

Ya sean las típicas pilas de mármol XL de las cocinas de nuestros abuelos o los fregaderos de porcelana actuales que imitan los diseños de antaño, si quieres imprimir a tu cocina un look farmhouse, un fregadero como este te ayudará. Y mucho.  

¿Te has fijado que las cocinas de antes tenían todos los cacharros, o al menos los de uso más habitual, a la vista? En estantes, en plateros o colgados en la pared o en el techo mediante ganchos. Además de tenerlo todo más a mano, daba un look más hogareño y vivido a la cocina, que era el centro de la vida familiar. 

Típicas de las cocinas de campo de antaño, son un must en una decoración que se inspire en este estilo decorativo. Si las eliges recuperadas o con un acabado envejecido, como esta, mejor que mejor. 

El estilo farmhouse se caracteriza por ser muy acogedor, casual y confortable. De ahí que los detalles muy vividos, como botes con galletas, fuentes con fruta o con pan, tarteras... no puedan faltar en una cocina de este estilo.  

Sí, sí, alfombras. Y es que lo de proteger el suelo de la cocina con alfombras no es algo nuevo, aunque ahora es tendencia. No solo evitas resbalones debido a las salpicaduras durante la cocción, sino que además dan un toque más cálido a la cocina. Para un look de granja, elígelas de fibras, las más típicas son las de yute o sisal. 

Los complementos son un aliado a la hora de dar el toque final. Aquí, el cartel retro, las lámparas metálicas de estilo industrial y las baldosas que protegen el antepecho complementan la atmósfera muy farmhouse style.

Las vigas de madera, en acabado natural o decapadas en blanco, son otro clásico de las cocinas de este estilo decorativo. Una alternativa muy decorativa son las paredes de piedra o con listones de madera pintados. Y si tienes una vajilla antigua o de herencia, exponla. Dará un toque muy personal y auténtico a la decoración.