cambio radical
Actualizado a 03 de septiembre de 2024, 17:57
Aquí donde la ves, esta cocina era un cuarto oscuro que solo se utilizaba como almacén y trastero. Pero, la interiorista Marta Prats y le vio muchas posibilidades.
El primer paso fue abrir dos nuevas ventanas para darle luz y regalarle vistas al jardín, También tiró un tabique que lo separaba de una habitación contigua y así puedo crear una cocina más amplia y con un pequeño office. ¡Todo un lujo! Una península pequeña separa ambos espacios, que a la vez están perfectamente armonizados. ¿Cómo lo ha hecho? Te lo contamos.
Primero de todo escogió muebles de madera tanto para la cocina como para el office. En la cocina se han lacado en blanco, dejando la encimera en su tono natural. Por el otro lado, en el office impera la madera natural más rústica. Los accesorios son todos de fibras naturales. El arrimadero en el mismo color que los muebles de la cocina crea el efecto de continuidad en el office. Con este, conseguía dos objetivos: crear un rincón acogedor y proteger la pared, que como el espacio era muy pequeño, tenía todos los números de rozarse a la primera de cambio.
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Al tirar la pared que separaba el trastero de la habitación, se logró que el espacio se maximizara. Ahora es cocina y office, unidos por una península.
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El office es aquel pequeño rincón de la cocina que nos sirve como pequeño comedor o como zona social donde compartir momentos en familia. ¡También puede ser un espacio de trabajo o estudio!
En este caso, se ha escogido una mesa de madera redonda y se han colocado tres sillas de estilo rústico. Otra opción para aprovechar el espacio podría ser diseñar un banco a medida que nazca desde la pared.
Por último, no podemos pasar por alto el detalle del arrimadero, vital en espacios pequeños donde hay mucho movimiento. Estas molduras de madera protegen la pared de posibles golpes, a la vez que sirve como hilo conductor entre la zona de cocinado y la de office.
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La estantería ubicada sobre la península se usa como mueble de desayunos cerca del office. Idónea para guardar cualquier tipo de utensilio o decoración.
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El blanco y la madera son los protagonistas de esta pequeña cocina. Esta decisión, además de estar motivada por una búsqueda de amplitud y sensación de espacio, también responde a la necesidad de crear un ambiente acogedor y hogareño donde apetezca pasar las horas. Este color está presente tanto en los muebles como en las paredes revestidas de azulejos (una decisión muy práctica ya que suelen ensuciarse con facilidad).
Por otro lado, se ha prescindido de los muebles altos de la cocina y se han instalado estanterías abiertas donde el menaje queda a la vista. Si te decides por esta opción, ten en cuenta que debes ser muy ordenado.
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Este bonito fregadero es de IKEA, y la grifería se puede encontrar disponible en Tres Grifería. La lámpara, en Maisons du Monde. Además de los muebles, su decoración nos transporta a una bonita y dulce casa de campo.
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Las aromáticas no pueden faltar. Decoran y són útiles para condimentar. Detalles como la lata para recetas de Pepa Paper también aportan un toque rústico.
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No hay nada estridente en esta cocina. Desde el beige de los muebles a los de la vajilla y los salvamanteles. Todo de India & Pacific y jarrón de Sacum.
Muebles de Fusteria Catot en DM para lacar. 6.500 €
Estructura de la campana y mueble abierto. 880€
Encimera de haya alistonada. 1.100 €
Grifo similar en Tres Grifería. 200 € aprox
Mesa de madera de India & Pacific. 995 €
Sillas de India & Pacific. 385€/u
Ventanas de madera de pino. 790 €/u
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