Aquí donde la ves, esta cocina era un cuarto oscuro que solo se utilizaba como almacén y trastero. Pero, la interiorista Marta Prats y le vio muchas posibilidades.
El primer paso fue abrir dos nuevas ventanas para darle luz y regalarle vistas al jardín, También tiró un tabique que lo separaba de una habitación contigua y así puedo crear una cocina más amplia y con un pequeño office. ¡Todo un lujo! Una península pequeña separa ambos espacios, que a la vez están perfectamente armonizados. ¿Cómo lo ha hecho? Te lo contamos.
Primero de todo escogió muebles de madera tanto para la cocina como para el office. En la cocina se han lacado en blanco, dejando la encimera en su tono natural. Por el otro lado, en el office impera la madera natural más rústica. Los accesorios son todos de fibras naturales. El arrimadero en el mismo color que los muebles de la cocina crea el efecto de continuidad en el office. Con este, conseguía dos objetivos: crear un rincón acogedor y proteger la pared, que como el espacio era muy pequeño, tenía todos los números de rozarse a la primera de cambio.