La tendencia para tu cocina que arrasará en 2024 y que la hará más discreta y estilosa

Esta es una de las tendencias en cocinas para no dejar la campana extractora a la vista: instalarla bajo la encimera, cerca de la placa de cocción. Concretamente, se ubica en paralelo con el lado largo y "detrás"/al fondo de la placa. Cuando se necesita, un botón hace que se eleve y ponga en funcionamiento. Esta solución es perfecta en cocinas que no cuentan con muebles altos, por ejemplo.

Así se denomina este tipo de campana: telescópica o extractor de encimera. Con pulsar un botón se eleva y comienza a succionar el humo, vapor y olores. Al quedar cerca de la placa es efectiva. Cuando no se usa, queda oculto el extractor en la encimera y se "ve" solo una tira rectangular. Proyecto de Cocinas CJR con mobiliario de la firma Santos y campana de NEFF (su precio ronda los 3.000 €).

Este tipo de campana que no queda a la vista necesita que el fondo del mueble donde va instalada sea mayor que 60 cm, por lo que suele usarse en islas con mayor fondo o diseño de módulos especiales en península, como en esta cocina. Este extractor de encimera logra un look limpio. El cristal de borosilicato emerge de la encimera y su instalación puede ser en recirculación o en salida de aire al exterior. Aunque este sistema se "mete" en la encimera por debajo, deja espacio para colocar el cajón.

¿Cómo funciona un extractor telescópico de encimera?

Puede instalarse con filtros o con salida exterior. En el primer caso, el humo y los olores son aspirados a través de una rejilla de ventilación situada en el zócalo del mueble. En el modo recirculación, este aire se reutiliza porque cuenta con filtros de carbón activo, que logran eliminar más del 90% de los olores del ambiente. En el caso de tener salida de aire exterior, los humos y olores se expulsan fuera de la vivienda.

Otra de las soluciones de tendencia para las cocinas en las que no se ve la campana son las placas que incorporan el extractor. En este caso, la propia placa cuenta con un espacio central, que puede ser de forma circular o rectangular (según el modelo o la marca) que es el que absorbe el humo y los olores. El extractor de la placa aspira hacia abajo, formando una corriente más poderosa que la velocidad que alcanza el humo al subir. El extractor queda enrasado y la succión es instantánea.

La instalación y sistema de salida de humos en estas placas es de dos tipos: con filtros (no necesita tubos de salida a la calle, sino que hay una recirculación del aire sin conductos gracias a los filtros de carbón activo) o con salida de tubos (al exterior, se llevan por la parte baja de los muebles -zócalo- para no restar espacio o con obra en el suelo). En el primer caso, los filtros hay que cambiarlos cada cierto tiempo en función del uso. Esos filtros limpian el aire para que la recirculación sea limpia.

Esta otra cocina cuenta con una placa de cocción con extractor integrado, pero de forma rectangular. La rejilla se ubica en el centro de la placa. Las piezas que forman la parte vista -la rejilla- se pueden desmontar fácilmente y se limpian en el lavavajillas. Hay placas de 60 cm de ancho con este tipo de campana que no queda a la vista. Pero, lógicamente, resta un espacio de cocinado. En las placas de a partir de 90 cm de ancho la solución es más práctica.

Esta es otra idea de campana extractora empotrada en el techo, de manera que no queda a la altura de la vista. Se ve más que en los casos anteriores, puesto que el rectángulo es visible si se dirige la vista al techo. Va enrasada y ubicada justo sobre la zona de cocción.

Por normal general, la distancia entre la placa y la campana es de 55 cm para las placas vitrocerámicas o de inducción; mientras que si la placa es de gas, la distancia debe ser superior a 65 cm. Entonces ¿en este caso? Son campanas específicas con un poder de succión mayor; pero siempre debes tener en cuenta que el humo debe recorrer esa distancia.

Las campanas empotradas en el techo, en función de los modelos, se pueden controlar con la voz. Tienen también un mando a distancia para programar el encendido y apagado del extractor, el nivel de potencia, la iluminación… Otras se manejan desde dispositivos móviles.

Y para terminar con las opciones de decorar una cocina sin campana a la vista, no queríamos dejar esta solución: la de un grupo filtrante integrado en el mobiliario sin que nada -prácticamente-delate su presencia. El grupo filtrante queda justo sobre la placa de cocción. Si agachásemos la cabeza por debajo de los muebles altos, veríamos que ahí se encuentra. Resta espacio al interior de mueble.

Además de los filtros (que se lavan en el lavavajillas) cuentan con iluminación y los botones de funcionamiento. Los diseños más novedosos integran esos botones táctiles en la pequeña pestaña de cristal que se abate y cuya función es fundamental: se despliega al usar la campana y protege del vapor el canto del frente del armario.