¿Qué es mejor, barra o isla? Esto es lo que dice la interiorista Rebeka Nemeth (y la respuesta te sorprenderá)

A veces no hay que elegir entre cocina con isla o con barra, sino que un solo elemento aúna las dos opciones. Eso sí, no son todo ventajas. "Una de las desventajas de las islas con barra de desayunos es el almacenaje. Esta zona hará que los módulos inferiores tengan que ser más estrechos de fondo", añaden desde Nota Estudio. Eso no quita para que no tengan "otras muchas funciones que las meramente estéticas o funcionales de almacenamiento", añaden. 

Las barras son elementos muy prácticos y decorativos, que sirven también, en cierto modo, para delimitar la zona de la cocina. Pero tienen alguna desventaja. Y es que cuando "se trata de una barra solamente no se puede ni aprovechar a la instalación de ningún módulo", dice Nemeth, lo que sacrifica el almacenaje, al que no se puede renunciar y para el que habrá que buscar otra unicación.    

"La barra de cocina es una buena alternativa si no es posible contar con una isla, como es en el caso de la mayoría viviendas. También permite tener un espacio de recogimiento y reunión, pero adaptado a espacios más limitados", dice la interiorista. Es habitual instalarlas frente a una pared. Con un estante suspendido y unos taburetes, tendrás el espacio perfecto para desayunar o tomar una comida rápida. 

Tanto una isla como una barra "son dos opciones que funcionan muy bien juntas, volvemos a insistir, solo si el espacio lo permite, ya que garantizar la funcionalidad y comodidad, con espacios con flujos de paso cómodos, es lo más importante", nos cuenta Rebeka.

"Es muy importante tener en cuenta el espacio del que se dispone. Muchas veces se piensa que cabe una isla, y no en todos los casos se puede. Lo primordial para saber si se puede poner una isla o no es el paso perimetral, es decir, el espacio que hay para una circulación cómoda. Este mínimo ha de ser de unos 70-75 cm de hueco libre y, si coincide con otros muebles en frente, hay que tener en cuenta el hueco de apertura para permitir su fácil acceso y que se pueda seguir teniendo un paso detrás", explica la interiorista.

Si el espacio lo permite y los flujos de paso también, planifica una isla de cocina que tenga una pequeña barra de desayunos. En este caso, se ha colocado una barra a la altura de una mesa de comedor, más baja, pero igual de cómoda. Para garantizar su comodidad, un estante volado permite meter los taburetes debajo y que no molesten cuando no se están usando.