Mucho más que espejos y cuadros: si tuviera que redecorar mi recibidor, copiaría estas 10 ideas acogedoras y estilosas

Este año la simplicidad manda. Un mueble con líneas limpias y rectas, si adornos excesivos, hará que el espacio se vea más ordenado y elegante. Te ayudará a mantener el recibidor despejado y moderno, sin sacrificar funcionalidad, ya que en su superficie podrás apoyar desde un cuadro o un espejo, hasta una lámpara de mesa y un vacía bolsillos.

Si buscas un toque de diseño, las patas geométricas son la respuesta. Consolas como la de este recibidor, con sobre de madera y una estructura metálica de forma inusual, aportan un estilo contemporáneo y sofisticado a la decoración. 

Más que estar de moda (que lo están), madera, mármol y demás piedras naturales suman siempre una dosis de elegancia y buen gusto a la decoración. Por eso, quizás vaya siendo hora de sustituir tu vieja consola por una pieza como esta, el modelo Ceravi de Sklum, en cemento look travertino. Que, además, es súper original.

Una tendencia que sigue pisando fuerte en 2025. Se trata de muebles que parecen flotar, apoyados en las paredes sin contacto directo con el suelo. Además de dar una sensación de ligereza y amplitud, permiten una limpieza fácil y no restan espacio visual, lo que los convierte en perfectos para recibidores mini. 

Los espejos grandes son un clásico que nunca falla. No solo amplían visualmente el espacio, sino que se convierten en un elemento decorativo con mucha presencia. Colocarlo en una pared despejada del recibidor también ayudará a reflejar la luz y a crear una sensación de mayor luminosidad.

La magia de lo antiguo tiene un encanto difícil de igualar. ¿Por qué conformarse con muebles fabricados  en serie cuando puedes encontrar esa pieza única? Explora mercadillos, anticuarios o incluso el trastero de tu abuela en busca de un mueble con alma: una consola de madera desgastada, un perchero de hierro forjado, una butaca de terciopelo con pátina del tiempo… Si encuentras algo que te enamore, no temas restaurarlo y darle una segunda vida. Un poco de lija, una mano de pintura o un nuevo tapizado pueden transformar por completo una pieza olvidada y convertirla en la joya de tu recibidor.

Tu recibidor es la primera impresión de tu hogar, ¿por qué no hacer que hable de ti? Una obra de arte puede ser ese elemento que refleje tu personalidad y tu estilo. No hace falta que sea una pieza cara o de autor, basta con que conecte contigo: una pintura abstracta, una ilustración colorida, una fotografía en blanco y negro… Puedes apoyarla de forma desenfadada sobre la consola o colgarla estratégicamente en el centro de la pared para darle protagonismo. La clave está en elegir algo que te inspire y haga que, cada vez que entres en casa, sientas que el espacio es verdaderamente tuyo.

Unas macetas con vegetación fresca darán vida al espacio. Si no tienes mucha mano con las plantas, opta por especies de fácil cuidado, como los helechos o las suculentas, que requieren poco mantenimiento, pero tienen un gran impacto visual.