Una jungla en su dormitorio Las habitaciones con camas casita pueden ser muy divertidas, como esta. Una jungla en medio de la habitación con papeles pintados divertidos y una decoración algo más tropical. Aunque el estilo Montessori esté caracterizado por tonos más suaves, siempre debemos adecuarlo a los gustos de los niños. Papeles pintados cálidos y a juego con la cama casita El método Montessori busca simplicidad y ligereza. Si queremos añadir un papel pintado a la habitación de los peques, esta opción será perfecta. Tonos suaves, pero al mismo tiempo muy cálidos. Son el punto de color que necesitan las camas Montessori. Una cama Montessori en tonos muy claros La ligereza en una habitación Montessori es clave. Los niños suelen ser bastante inquietos por lo que este tipo de colores, y texturas les ayudan a relajarse. Eso sí, intenta que tengan algún toque de color o algo más divertido para que sea atractivo para los niños. ¡No querrán salir de su cama montessoriana! Una cama casita que piensa en el futuro Optimizar es la clave, y más si contamos con un piso mini o pocos metros en casa. Utiliza la habitación del bebé para añadir sus esenciales, pero también pensando en el futuro. Y por eso, nunca viene mal añadir ya (y tener en cuenta en el espacio) una cama montessoriana como esta. Zona de descanso Las camas Montessori también se pueden incluir en la zona de juegos o de descanso de los peques. Puedes añadir un colchón algo más bajo o una cestita dependiendo de la edad de los niños. De este modo, cuando acaben de jugar podrán descansar muy cerca y sin ser la cama que usan por las noches. Juega con los textiles Las camas Montessori se caracterizan por estar muy cerca del suelo o, al menos, ser lo suficientemente accesibles para que los niños puedan bajar y subir solos. Para darle más confort a la cama, añade cojines y textiles para que se sientan más protegidos. Camas montessori para dos Existen, y además de optimizar el espacio conseguimos que ambos se sientan cómodos en su pequeño castillo. Los niños más mayores pueden acceder a la cama por la escalerilla del lateral, mientras que los más peques lo hacen directamente desde el suelo. Muy juntos Si ambos niños son muy pequeños, podemos juntar sus camas montessorianas como estas. Añade algún accesorio decorativo, como una guirnalda con sus nombres o luces. ¡Le dará un toque muy especial y coqueto! O algo más separados Si contamos con más espacio en el dormitorio infantil, podemos separar algo más las camas Montessori. Una opción 100% recomendable para que además, cada uno cuente con su espacio. Un lugar secreto bajo la cama Los muebles Montessori se caracterizan porque aportan autonomía a los niños. Esta cama, aunque no esté en el suelo permite al niño acceder a ella sin problema por la escalera. Además, es una opción muy original ya que cuenta con un pequeño hueco 'secreto' bajo la cama para que lea libros o juegue. Hasta con tobogán Los muebles infantiles, además de ser prácticos y funcionales deben divertir a los peques. Y esta cama cumple con todos los requisitos. Una cama Montessori con un elemento de lo más original para los peques, un pequeño tobogán. Así les resultará incluso más fácil bajar de la cama. Con sus juguetes muy cerca Cerca de las camas Montessori suele haber muebles infantiles que les ayudan en sus habilidades, ya sea una estantería con libros accesibles o mesas de trabajo. Y esta última opción nos parece perfecta para que desde la cama puedan acceder, y cuando quieran, a su pequeño pupitre y hacer manualidades. Un rincón confortable Aunque las camas Montessori están hechas simplemente a partir de una estructura de madera, podemos darle un toque más cálido. ¿Cómo? Pues con un dosel colgado del techo, que pueda cubrir parte de la cama por las noches. Los niños se sienten así mucho más a gusto y protegidos. Un rincón para aprender En una habitación Montessori, los niños necesitan tener todos elementos a mano. Esto incluye desde las estanterías con libros a su alcance, como mesas de trabajo donde puedan divertirse o aprender. Y un rincón como este cerca de la cama, nos encanta. Cerca del suelo pero con muchas mantas Los textiles son imprescindibles en las camas Montessori. Al estar muy cerca del suelo es vital que los niños se sienta a gusto. Apuesta por textiles gruesos, calentitos y acorde a la estética de la habitación. Espacios abiertos Las habitaciones Montessori tienen una gran ventaja, y es que los niños pueden acceder a todo ellos solos. Desde los libros, las mesas de trabajo hasta los juguetes como este. De esta forma, comienzan a ser mucho más independientes y sin necesidad de pedir ayuda constante a los padres. También se les incentiva a que aprendan a ordenar desde pequeños. Para cuando vengan amigos a casa Las camas casita del método Montessori no siempre tienen que estar cerca del suelo. Puedes añadir una cama como esta por si vienen amigos de los peques a casa. Dos camas cómodas y sin perder la esencia del método. Con un pequeño escalón Si quieres que los peques se sientan más cómodos, puedes optar por una cama montessoriana como esta, con un pequeño escalón. Así podrán salir y entrar de la cama mucho más rápido y sin peligro para los peques. Adaptada desde bebés Si queremos optimizar al máximo la habitación de los peques, podemos en una misma estructura incorporar todo lo necesario para ellos. Desde el cambiador, cajones para los pañales y una mini cuna. Cuando crezcan los bebés podemos retirar todo y dejarles solo la cama. Un rincón muy confortable ¡Qué no falten las alfombras! Esto es esencial para que los niños puedan caminar descalzos y a sus anchas. Puedes colocar esta alfombra cerca de la cama o en los alrededores.