Marta Tobella es la responsable de reformar un piso de verano de 60m2 en la Costa Brava. Con muchos retos por delante, la interiorista tenía un objetivo claro: hacer que una cocina pequeña pudiera acoger a 6 personas. Así, el resultado ha sido más que exitoso y ha podido crear un espacio ideal para compartir en familia.
“Un piso pequeño debe tener pocos colores y elegir una línea. En este apartamento solo cuatro materiales se repiten: la misma baldosa porcelánica, el hierro negro, el contrachapado en blanco decapado y la madera envejecida”, cuenta la interiorista. De esta forma, los tejidos naturales son también esenciales. "Nos recuerdan al verano y aportan mucha calidez", tal y como explica Marta. ¿Quieres saber cómo ha conseguido crear la cocina perfecta en un espacio tan limitado (logrando crear almacenaje)? Sigue leyendo...
abierta y con barra
Una cocina es el corazón de la casa. Es en esta donde creamos momentos únicos, rodeamos de las personas que más queremos, y por ello, debe estar bien preparada.
Lo que más destaca de esta es su increíble luminosidad. Está totalmente integrada en la decoración gracias a sus armarios blancos, electrodomésticos panelados y acabado abierto. ¿Lo que más nos ha enamorado? La espectacular isla con almacenaje que acoge a la zona de desayuno.
La barra es de madera clara, un color y material que, como hemos visto, se repite por el resto de la casa. Sus taburetes de mimbre también aportan mucha calidez y combinan a la perfección con los tiradores negros de los armarios gracias a sus patas fabricadas en metal.
El verde también acompaña la estancia por las macetas naturales que han incorporado sobre la isla, ¿qué hay mejor que traer el exterior en el interior?
Al otro lado, la pared es presidida por un bonito cuadro; una fotografía realizada por el padre de la propietaria que veremos colocado en otras estancias de la vivienda.
La cocina está conectada con el pasillo, el cual está revestido entero de roble (incluido el techo). Un detalle rústico que aporta una gran personalidad a la casa. La alfombra, también de tejido natural, es la encargada de unir la zona común con el pasillo que lleva a la zona de habitaciones. Gracias a estos detalles, observamos el mimo y esfuerzo que ha dedicado Marta Tobella para que todos los elementos estén bien conectados entre sí.
Una amplia mesa
La cocina da paso al comedor/salón capaz de conectarse con la zona exterior. “En una casa de playa –explica Marta Tobella– son preferibles materiales como mimbre y ratán que dan ligereza y sensación de vacaciones”, cuenta. “Elegimos suelo porcelánico en tono hueso muy versátil, presente a lo largo de toda la vivienda, incluso en la terraza”, añade la interiorista. Esto está pensado para que no sepamos diferenciar entre interior/exterior cuando las grandes cristaleras se abran.
En cuanto a los detalles principales, los mateles de lino y grandes lámparas de mimbre son las absolutas protagonistas, algo que, como hemos visto, se repite en toda la estancia para crear espacios donde disfrutar de las vacaciones.