Si los arrimaderos son un aliado del pasillo, también lo es el papel pintado: "Un papel de colores claros ayuda ampliar el espacio y multiplicar la luz. Además, viste el espacio, por lo que no es necesario añadir mucho mobiliario", explica la decoradora Pia Capdevila. Si, además, lo eliges de franjas verticales, como aquí, crearás el efecto de estirar las paredes.